Domingo de Resurrección: El cine de la Semana Santa alza la voz (y IV)
¡Mis queridos palomiteros! Ha llegado el día por fin. ¡Cristo ha resucitado! Es ya Domingo de Resurrección: El cine de la Semana Santa alza la voz. Como señalábamos ayer, hoy concluye este serial sobre los días más importantes del año en la gran pantalla.
Pues bien, recordamos que con actores no profesionales, Roberto Rosellini filmó en 1975 El Mesías (Il Messia), que en razón de sus anteriores trabajos con escaso éxito económico y por hacer productos más didácticos realizó en televisión.
«Un Cristo maestro, mago de la palabra, del mensaje alentador y persuasivo, perfectamente imbuido de su misión humana y sobrenatural». Son palabras del historiador Eduardo Gil de Muro en su estudio De los valores del cine al cine de los valores.
Domingo de Resurrección: El cine de la Semana Santa alza la voz
En 1976, promocionada por la Iglesia Católica, se estrenó en París, en una iglesia, El Mesías, del agnóstico Rossellini. La película apenas se valoró en Italia. El neorrealismo de Rosellini consiste en tratar a Jesús de tal modo que no se acentúe lo milagroso ni lo extremo.
Otra gran superproducción sobre la vida de Jesús fue Jesús de Nazareth (Il Gesu, 1977), de Zeffirelli, católico. El rodaje, entre Marruecos y Túnez, se alargó durante dos años, y en su producción colaboraron varias multinacionales.
Fue muy alabada por la iglesia católica italiana. La recomendaba a sus fieles, mientras era rechazada por puritanos norteamericanos, que la acusaban por mostrar un Jesús demasiado humano. Y también denostada por la izquierda y gran parte de la crítica que la tachó de kitsch (obra de arte de mal gusto) y almibarada.
Jesús de Nazareth, alabada por la iglesia católica italiana, la recomendaba a sus fieles
El diario socialista «La Republica» la calificaba de «una larga y coloreada lección de catecismo, de aquéllas que se daba a los muchachos en las parroquias de hace treinta años, y nos habrá costado a los contribuyentes italianos millares de liras». «La vie», semanario católico, definió la película como «la historia sagrada vista en kodachrome».
En 1979, los Monty Pyton estrenan una versión irónica e irreverente, La vida de Brian (Monty Python’s The Life of Brian), de indiscutible éxito de público y crítica, que aporta una cierta crítica humorística de las actitudes del cristianismo riguroso.
Por otro lado, quiero referirme también a la película La última tentación de Cristo (The Last Temptation of Christ, 1988), realizada por un director profundamente religioso, Scorsese, que intenta alejarse de las visiones perfectas de la figura del Mesías para introducir al espectador en el conflicto de Jesús, un hombre que sufre.
Stanislav Sokolov realizó la muy recomendable El hombre que hacía milagros (The miracle maker), en 1999, concretamente con muñecos de plastilina
La película escandalizó al orbe católico, manteniéndose aún ahora la prohibición de exhibición en algunos países. Es un filme que no está basado directamente en los textos sagrados, sino en una novela del escritor griego Nikos Kazantzakis.
A Jesucristo (interpretado por Willem Dafoe), ya en la Cruz, antes de exhalar su último suspiro, se le tienta por última. Y el diablo le hace ver cómo habría sido su vida en caso de haber seguido sus anteriores tentaciones y renunciar a la cruz.
En 1989, Jesús de Montreal (Jesus of Montreal), de Denys Arcand (que ahora exhibe en los cines españoles La caída del imperio americano), versa sobre un grupo de actores canadienses que quiere representar la vida de Jesús de Nazaret.
El protagonista, por causas que tienen que ver con las diferencias entre el grupo de teatro, y sobre todo de su director, Daniel, que ejerce de protagonista, muere en la cruz, y los espectadores lo ven como un nuevo profeta. Es una película que muestra la radicalidad del mensaje evangélico. Recibió una candidatura a los Oscar como mejor película extranjera en 1989.
Por su parte, y en dibujos animados, Stanislav Sokolov realizó la muy recomendable El hombre que hacía milagros (The miracle maker), en 1999, concretamente con muñecos de plastilina.
Roberto Rosellini filmó en 1975 El Mesías, un Cristo maestro, mago de la palabra, del mensaje alentador y persuasivo, que aplaudiría el mundo entero
Por último, la película The Passion (2002), dirigida por Mel Gibson, continúa en los tiempos actuales sembrando el debate encarnizado entre los que la defienden a ultranza y los que la atacan de antisemita, integrista, violenta y sensacionalista.
«La pasión es una profunda historia de coraje y sacrificio que describe las últimas doce horas de la vida de Jesucristo», dijo Mel Gibson. Muestra la crudeza de la pasión, lejos de la que han presentado otras versiones edulcoradas de Hollywood, que recomiendo ver de nuevo para que todos los espectadores tomen conciencia de lo que supone dar la vida por el prójimo. Nada más y nada menos.