Ha muerto el director de cine José Luis Cuerda, el hombre que presentó en sociedad a Alejandro Amenábar
¡Mis queridos palomiteros! Muere el director de cine español José Luis Cuerda a los 72 años. La industria está de luto. Ha sido este martes en Madrid, como consecuencia de una embolia en el hospital de la Princesa.
Dedicado a la escritura, producción y dirección de cine, con él desaparece una de las figuras clave del cine español, entre otros motivos por haber descubierto el talento del oscarizado cineasta chileno Alejandro Amenábar, al producirle el filme Tesis (1966), su trabajo para la Facultad de Ciencias de la Información, por el que nadie daba un duro.
Debutó en la dirección en 1977 con El túnel, una adaptación para televisión de la novela de Ernesto Sábato. Sin embargo no fue hasta 1982 cuando se estrenó en la gran pantalla con el largometraje Pares y nones.
Decía que en la actualidad ya no hay pícaros como los que caracterizan a sus personajes, sino sinvergüenzas. Y que la picaresca actual sólo se puede ver en el fútbol.
Además aseguraba que a partir de los 70 ya no se vive, se sobrevive, y se consideraba un cineasta de aquí y de allí, que no es poco, en alusión al filme que le otorgó especial fama, Amanece que no es poco (1989), que forma parte de la trilogía de ese surrealismo en el cine patrio y que él rebautizó “surralismo”, que se completa con Total (1983) y Así en el cielo como en la tierra (1995).
Muere el director de cine español José Luis Cuerda a los 72 años
Tal fue el éxito cosechado con Amanece que no es poco, que en 2013 constituyó su propia asociación a la que llamó Amanecistas, dedicada a promover la difusión de la película y del resto de la obra de José Luis Cuerda. En 2018 dirigió su última cinta, Tiempo después, que es una continuación de Amanece que no es poco.
Fruto de este especial modo de hacer cine, rápidamente le nacieron fans, hoy día reconocidos humoristas de la televisión como Edu Galán, Berto Romero, Andreu Buenafuente o Arturo Valls. Además su éxito con el humor absurdo sobrepasó fronteras y fue aplaudido, entre otros, por Woody Allen. Por lo visto, la anécdota fue fruto de la casualidad y llegó mientras escribía una adaptación cinematográfica de El Hereje, de Miguel Delibes.
Descubrió el talento de Alejandro Amenábar y le produjo Tesis, su primer película
Y un día, el propio Delibes le envió el suplemento dominical del periódico de Valladolid con un post-it que decía: “cabrón, ya me gustaría que Woody Allen dijera de mí lo que dice de ti en la página 32”. En esa página Allen decía que acababa de ver una de esas películas que llegaban entonces de Europa y que él acostumbraba a ver y comentar con sus amigos que se llamaba La lengua de las mariposas (1999), y que le había gustado mucho.
Hombre de bastante carácter y de ideas nítidas, sentía gran pasión por la cultura del vino. De hecho, desde hace 15 años tiene viñedos en Galicia, en concreto una bodega en Sanclodio, en la provincia de Orense, llamada Bodeboca.
Dentro de su filmografía destacan títulos como La viuda del capitán Estrada (1991), con Anna Galiena, La Marrana (1992), con Alfredo Landa y Antonio Resines o Tocando fondo (1993), con Jorge Sanz e Iciar Bollaín.
Su éxito con el humor absurdo sobrepasó fronteras y fue aplaudido, entre otros, por Woody Allen
En los últimos años ha permanecido menos activo en el cine y nos ha entregado tres películas: La educación de las hadas (2006), Los Girasoles ciegos (2008), película elegida para representar a España en la carrera hacia los Oscar ese año, y Todo es silencio (2012).
Eso sí, en Twitter tiene una legión de seguidores y allí está que no para. Por cierto, el año pasado fue homenajeado por los críticos de cine donde se alzó con el Premio Feroz de Honor a toda su carrera. Descanse en Paz.