‘Cuatro vidas’: ¿Qué hacer cuando la felicidad está en ‘los otros’?
¡Mis queridos palomiteros! ‘Cuatro vidas’: ¿Qué hacer cuando la felicidad está en ‘los otros’? Nos hallamos ante una curiosa película que, por un lado, examina las vueltas que da la vida y, por otro, realiza un ejercicio de aproximación sobre los sentimientos, tan manoseados y relativizados en los tiempos modernos. Firmada el trabajo el director neoyorquino de origen oriental Jieho Lee.
Se divide en cuatro segmentos: felicidad, placer, compasión y amor, plasmadas en un amplio grupo de personajes. Arranca con Felicidad, un hombre de color, triste y solitario, que cree poder atrapar la felicidad cuando oye por casualidad la información de una carrera de caballos apañada. Esta historia conecta con Placer, encarnado por un matón que se encarga de cobrar deudas.
Dotado de un extraño don que le permite anticipar el futuro, descubre la Compasión cuando su jefe decide explotar a una prometedora cantante para saldar una deuda pendiente. Finalmente, el Amor se hace presente cuando un médico que no pudo casarse con la mujer que amaba tiene ocasión de demostrar que la quiere salvándole la vida con una transfusión de sangre.
En cierto modo este filme es un ejercicio de estilo, bien rodado, quizás a veces demasiado efectista y violento, pero que recuerda lo que nos hace humanos frente a los rasgos del hombre más animales.
‘Cuatro vidas’: ¿Qué hacer cuando la felicidad está en ‘los otros’?
Acierto en el reparto, encabezado por los solventes Kevin Bacon, Julie Delpy, Brendan Fraser y Andy Garcia, en los diálogos sobrios y en una declaración de principios muy atractiva: olvidarse de uno mismo para comprender que la felicidad está en “los otros”.
Años después, el director chino, Wong Kar Wai, puso remedio al secreto de la felicidad en su espectacular My Blueberry Nights. ¿Pero creéis que el tema ha quedado resuelto definitivamente?