‘García y García’: La cineasta donostiarra, Ana Murugarren, resbala con esta comedia sin chicha, repleta de grandes intérpretes
¡Mis queridos palomiteros! ‘García y García’: Un gran reparto no aúpa la tibia comedia de Murugarren. Hoy llega a los cines este trabajo español, escrito y dirigido -junto a Ana Galán– por la premiada montadora navarra de 56 años, Ana Murugarren. En 1991 rodó Todo por la pasta y el filme fue candidato al Goya en las categorías de guion original, música y efectos especiales. Después ha dirigido La higuera de los bastardos en 2017 o Ésta no es la vida privada de Javier Krahe en 2006. Distribuye en salas A Contracorriente Films.
La aventura es asunto de los solventes Carlos Lamela y Joaquín Trincado, y arranca a partir del desastre económico en el que se ve enredada Hispavia, una aerolínea low cost repleta de empleados chapuceros, tanto por parte de los directivos de la empresa como por parte de sus empleados. Para salvar la compañía se decide contratar a un afamado consultor y a un mecánico en paro. Ambos se llaman Javier García.
‘García y García’: Un gran reparto no aúpa la tibia comedia de Murugarren
Algunas películas no hay por dónde cogerlas. No son muchas, ciertamente, pero nos hallamos ante una más para el catálogo. Lo que podía haber dado pie a generar una confusión inteligente, a partir de su propuesta argumental, poco a poco se va retorciendo en un camino hacia la nada, a consecuencia de un guion sin fuelle.
A pesar de que estructuralmente la historia funciona, la fragilidad de sus diálogos, la ausencia en la dirección de actores y, sobre todo, que un reparto de lujo con actores de comedia con talento por las nubes haya quedado desaprovechado tiene delito. No se entiende por qué se ha decidido este elenco para esta película. Algunos de sus actores resultan muy forzados, antinaturales, y ello solo resta potencia al resultado final. O dicho de otro modo: individualmente van muy bien, pero el conjunto no consigue engrasarse con el resto de la maquinaria interpretativa. Ello no quiere decir que puntualmente se produzca alguna carcajada, pero por la propia hilaridad de la historia.
Goza de una buena puesta en escena, y muy por debajo de la historia principal asoma un encuentro auténtico con la felicidad
Y, en este sentido, el producto se va hinchando de gags sin gracia, va aumentado su tono pueril y el esperpento termina por controlar a la comedia. Ciertamente, goza de una buena puesta en escena, y muy por debajo de la historia principal asoma un encuentro auténtico con la felicidad y el amor verdadero en formato de amable moraleja, que viene a recordarnos que el dinero no es lo que tiene que importar de una persona, sino lo que esa persona ofrece por sí misma.
Pero a pesar de estos últimos hallazgos, el filme no ofrece otras aristas a las que asirse y se queda muy alejado de las comedias de situación al uso. Con los actores que hay en ella se podría haber convertido en la película del verano, pero una desatención grande en su guion y en no saber encontrar el tono, llevan a que García y García se convierta en un filme de temporada y cuyo principal reclamo encalla. Una lástima.