‘Need for speed’: Poco fuelle para esta versión de cine sobre el exitoso videojuego
¡Mis queridos palomiteros! ‘Need for speed’: Débil adaptación de cine de un videojuego potente. La peli, rodada en 2014, fue el discreto debut en la dirección de cine en solitario del actor especialista americano, Scott Waugh, tras sus otros dos trabajos detrás las cámaras, Acto de valor (2012) y Navy SWCC (2007), en los que participó como co-director.
En 2017 filmó la modesta película de acción 6 Abajo: Milagro en la montaña y en 2023 llegará a los cines la muy esperada Los mercenarios 4 con un reparto de lujo. ¿Pero por qué traer ahora a colación esta aventura fílmica? Porque el runrún sobre los detalles del nuevo videojuego para este 2022 son cada vez más sorprendentes.
‘Need for speed’: Débil adaptación de cine de un videojuego potente
Por cierto, la película está disponible en las plataformas de visionado on line Google Play, Apple tv y Rakuten tv.
Por su parte, el trabajo de Scott Waugh cuenta la historia de un piloto de carreras clandestinas. Posee un garaje propio donde truca sus coches y los hace más rápidos. Sin embargo, ingresa en prisión al verse presuntamente implicado en el asesinato de su mejor amigo, que ha muerto en una de estas competiciones. A partir de entonces su mayor motivación consistirá en hacer justicia a ese amigo cuando quede en libertad.
Nos hallamos ante una flojísima adaptación al cine de la popularísima saga de videojuegos homónima que, por paradójico que parezca -y muy al contrario del videojuego- resulta lenta, muy pobre en su guion -repleta de diálogos infantiles y una narración bastante inconexa y arrítmica, a causa de un texto mediocre escrito a tres manos por George Gatins, John Gatins y George Nolfi– en su resultado previsible, en su escasa originalidad argumental, en el abuso del estereotipo y en la simpleza con que se afronta la trama principal.
Tampoco mejora en su llamativa -pero vista cientos de veces- puesta en escena, que repite el modelo de las atractivas carreras automovilísticas, al estilo de la exitosa saga A todo gas, que disfrutaba de bastante más ritmo, brillo y carisma.
Scott Waugh da lo mejor de sí mismo al rechazar los efectos digitales y ofrecer sugerentes puntos de vista al espectador al rodar desde el interior de las cabinas de los coches, o a través de las grúas acopladas a las carrocerías
Además, resbala Scott Waugh en la dirección de actores; en consentir interpretaciones sin alma en el caso de los actores protagonistas como Aaron Paul o Michael Keaton, que quedan totalmente desaprovechados, asunto que se repite, incluso con mayores deficiencias, entre el equipo de secundarios, que no da la talla al no encontrar en él un villano cuyo personaje desprenda cierta determinación.
No obstante, y detectadas suficientemente estas faltas graves, Scott Waugh da lo mejor de sí mismo al rechazar los efectos digitales y ofrecer sugerentes puntos de vista al espectador al rodar desde el interior de las cabinas de los coches, o a través de las grúas acopladas a las carrocerías.
El director americano acierta también en el trepidante y arrollador desarrollo visual de las carreras -que convierten al filme en su único gran reclamo- y en ofrecer a los seguidores del motor en estado puro y a los fans del videojuego -sin ningún disimulo- numerosas y variadas referencias automovilísticas para dejarlos más que satisfechos.
En cualquier caso, el filme Need for speed es un producto episódico y de temporada, sin estilo ni personalidad -se sostiene gracias al éxito del videojuego-, está muy por debajo de otras películas que ya han atajado el fenómeno de las carreras de acción con más entusiasmo y ambición como el documental de Gabriel Clarke y John McKenna, Steve McQueen: The Man & Le Mans, y no puede convertirse, se mire por donde se mire, en una referencia cinematográfica para aquellos que exijan una historia, en forma y fondo, fundamentada.