He aquí los entresijos de ‘Ghost’ que seguramente no conocías en forma de videocrítica
¡Mis queridos palomiteros! ‘Ghost’: Entresijos de un oscarizado clásico de los años 90. Recientemente nos hemos hecho eco desde estas pantallas -en formato de videocrítica- de los secretos del gran clásico, que es Ben-Hur, no solo a partir de sus versiones de cine, y que tanta literatura ha generado.
Pues bien, hoy vamos con otra de esas grandes historias, llena de grandes intérpretes, incluso con premios Oscar en su haber, de las que también hay que hablar para tener una idea más terminada de cómo son en realidad.
Tal vez en ellas no se destape nada nuevo, o tal vez sí. Lo que está claro es que solo por el hecho de recordarlas, algún poso potente han dejado en mí. Se me han metido por los poros de la piel y han llegado a la sangre. En fin que hoy hablaremos de Ghost, también en formato de videocrítica que encontraréis al final del texto. Os dejo con una descripción genérica de la película.
‘Ghost’: Entresijos de un oscarizado clásico de los años 90
Sam Wheat (Patrick Swayze), un ejecutivo de banca e inversiones, y Molly Jensen (Demi Moore), una escultora de cerámica, son una pareja feliz que vive en la ciudad de Nueva York. El único problema en su relación es la incomodidad de Molly por el hecho de que cuando le dice a Sam «Te amo» («I love you» en inglés), este simplemente le responde «ídem» (‘igual’ en latín, «ditto, Duty» en la versión original en inglés, en toscano ‘lo dicho’). Él nunca es quien toma la iniciativa diciéndoselo a su chica antes de que lo haga ella. Esto molesta a Molly, que siente que necesita escucharlo diciéndole «Te amo» como respuesta o bien en primer lugar antes de que sea ella quien lo exprese.
Una noche, mientras caminan hacia su nuevo apartamento tras una salida al teatro, son atacados por un ladrón llamado Willy López (Rick Aviles). Este saca una pistola y, durante el forcejeo entre Sam y el atracador, la pistola se dispara. Tras el disparo, Sam comienza a perseguir al ladrón, que sale huyendo, aunque finalmente lo pierde de vista. Cuando regresa hacia Molly, se da cuenta de la verdad: el disparo le ha alcanzado en el corazón y ha muerto prácticamente en el acto. Como un espectador invisible, presencia a Molly meciendo su cadáver, intentando desesperada e inútilmente mantenerlo con vida.
Y se da cuenta de que se ha convertido en un fantasma, atrapado entre ambos mundos. La luz viene a buscarlo desde lo alto, pero él no quiere dejar sola a Molly, y logra escapar. Poco a poco, logra hacerse a la idea de que ya no está vivo.