‘Empecemos por que no estás’: don y misterio en torno a la identidad en la Sala Bululú
¡Mis queridos palomiteros! ‘Empecemos por que no estás’: don y misterio en torno a la identidad. Como sabéis, las creaciones artísticas -del formato que sean- en torno a la memoria, la familia y el desarraigo, siempre me han llamado la atención y, en cierta medida, se han convertido en mis temas de investigación favoritos. Por fortuna, les he hincado el diente, tanto desde el escenario como desde la butaca de cine, la butaca del teatro o los libros.
Así las cosas, y por circunstancias arbitrarias, la vida recientemente me condujo a la Sala Bululú en Madrid, donde pude disfrutar con la pieza teatral Empecemos por que no estás, un excelente dramedia social que afronta con sutileza y elegancia el conflicto de tres hermanos (Alberto, Horacio y Sara), y la novia de Alberto, Soledad, que toma como punto de partida la muerte de la madre de estos hermanos.
‘Empecemos por que no estás’: don y misterio en torno a la identidad
Por su lado, la tragedia que desarrolla Empecemos por que no estás se encuentra inspirada en hechos reales, cuya historia se remonta veinte años atrás. El título original del montaje era El baúl y la maleta, de Guillermo de la Puente, que después revisitó el director del trabajo, Carlos B. Fernández, fruto -como él mismo apunta- de la desaparición de Yolanda Monreal y Antonio Malonda, los fundadores de la Sala Bululú.
Por su lado, Empecemos por que no estás, narra las andanzas de Horacio, un artista nómada, que regresa a su ciudad natal tras enterarse de la muerte de su madre con el propósito de convencer a Alberto de vender la casa familiar. Allí también conviven Sara, la hermana pequeña, y Soledad.
Alberto se niega en rotundo a vender el inmueble, y la reticencia de Horacio a conocer a Sara, a la que apenas ha visto, pondrán en marcha una maquinaria de acontecimientos que redefinirá los vínculos entre los cuatro y les obligará a enfrentarse, cada cual a su manera, a un dilema imposible: aceptar o resistirse al implacable paso del tiempo.
Para empezar, diré que Empecemos por que no estás se va a convertir, si no lo ha hecho ya, en uno de los textos referenciales del teatro español sobre la búsqueda de la identidad y del paso del tiempo. Además, no solo el conjunto actoral realiza unas interpretaciones arriesgadas y maravillosas, donde Borja Minaya, (Horacio), Helena Nievas (Soledad), Pablo Ríos (Alberto) y Paula Susavila (Sara) se dejan la piel en cada una de sus salidas a escena, sino que a su probado talento interpretativo se suma también la química que se da entre todos ellos.
Empecemos por que no estás se va a convertir, si no lo ha hecho ya, en uno de los textos referenciales del teatro español sobre la búsqueda de la identidad
A todo ello ayuda mucho la eficaz dirección artística de Carlos B. Rodríguez y su acreditada capacidad para dirigir actores, gracias a la cual ha extraído lo mejor de los mencionados intérpretes. Pero, sin ninguna duda, la fuerza de la obra dramática está en la pureza del texto teatral de Guillermo de la Puente, que confío en que, más pronto que tarde, pueda verse publicado.
Otra de las virtudes del trabajo reside en su sobria, aunque suficiente puesta en escena, donde tanto los elementos que se ven en el escenario, como la estructura construida que da forma a la techumbre de la casa donde se desarrolla toda la acción, sirven al tiempo para recrear situaciones pretéritas.
De hecho, hábilmente dispuesta la imponente escenografía practicable y los elementos que incluye -que los propios actores hacen funcionar- facilita encuentros con realidades nuevas y dobles lecturas, lo cual hace que la tragedia adquiera tintes de gran intensidad y profundidad emocional, con los que el respetable termina empatizando pero al que no ahoga, dado que Carlos B. Rodríguez ha optado por dar salida a interesantes e inteligentes juegos metateatrales, que rompen de un plumazo cualquier tensión acumulada, bien sea a través de un personaje -fuera de escena y que se adentra en la historia a relatar una vivencia concreta-, bien sea a través de la música en directo que nace de las cuerdas de una guitarra…
Empecemos por que no estás es una hermosísima y muy recomendable historia
Son muchas las aristas que despliega este espectáculo, también desde los territorios técnicos -diseño de iluminación, espacio sonoro- que no le hace ninguna sombra, por ejemplo, ni a El busca del tiempo perdido, del francés Marcel Proust o La herida del tiempo, del inglés John Boynton Priestley, dos títulos imprescindibles de la literatura universal inevitablemente conectados con el drama.
Baste poner el acento en que Empecemos por que no estás es una hermosísima y muy recomendable historia, de esas que tanto falta nos hacen para examinarnos bien por dentro, que pone en nuestro sitio justo el valor de la identidad y nuestros principios morales, y que no puede serle ajena a ningún espectador. No os la perdáis, vais a disfrutar infinito.