‘Pájaros’: Inteligente road movie que abunda en reconocerse en la nada

Pau Durà exhibe un elegante melodrama que con inteligencia recuerda que es posible reconocerse en la nada en su conmovedora ‘Pájaros’

¡Mis queridos palomiteros! ‘Pájaros’: Inteligente road movie que abunda en reconocerse en la nada.

Aquí podéis escuchar la crítica de esta película en formato de audio

Recientemente llegaba a los cines Pájaros, amable tragicomedia española en formato de road movie del actor y director de cine alicantino de 51 años, Pau Durà (Formentera Lady, 2018), que coescribe con Anna M. Peiró. Distribuye en salas Filmax.

Pájaros narra, a grandes rasgos, las vicisitudes de Colombo (Javier Gutiérrez) y Mario (Luis Zahera), dos hombres que ya pasan de la mediana edad y que comparten la desgracia juntos.

‘Pájaros’: Inteligente road movie que abunda en reconocerse en la nada
‘Pájaros’: Inteligente road movie que abunda en reconocerse en la nada

Colombo trabaja en un garaje 24 horas, complementa su mísero sueldo trapicheando con marihuana y desatiende sus competencias familiares. Mario es un tipo peculiar, enigmático, y tiene una gran afición por las aves. Un día Mario aparece inesperadamente en el garaje de Colombo y lo contrata de chófer para ir a la Costa Brava a ver grullas. Pero al llegar a su destino, le dice a su contratado que las aves se dirigen ahora hacia el delta del Danubio, en Rumanía.

‘Pájaros’: Inteligente road movie que abunda en reconocerse en la nada

Pau Durà, que se ha manejado y se maneja bien delante de la cámara, sea en televisión o en cine y encima de un escenario, conoce bien el terreno que pisa de nuevo. Tanto es así que Pájaros, sin ser redonda, es su trabajo con mejor acabado estético por su naturalista puesta en escena y por su elegante ambientación, pero sobre todo la película destaca en su fondo.

‘Pájaros’: Inteligente road movie que abunda en reconocerse en la nada
‘Pájaros’: Inteligente road movie que abunda en reconocerse en la nada

Principalmente se constata a través de los diálogos que mantienen Gutiérrez y Zahera, que es la historia de dos desconocidos que a menudo que evoluciona la trama, también van creciendo sus acuerdos y desacuerdos, pero que inevitablemente ambos llegan a puntos de encuentro desde la crisis personal que arrastran, entre otras cosas por no ser auténticos en sus fragilidades. Y ese punto de miseria moral, de reconocerse en la nada, es lo que les llena y lo que les lleva a compartir peripecias singulares.

Javier Gutiérrez en un momento de la película
Javier Gutiérrez en un momento de la película

Rodada con ritmo, personalidad y definición en el argumento -aunque Durà no resuelve algunos conflictos y la película daba para un final más solemne-, Pájaros resulta entretenida, se agradece el tono sostenido del drama, así como los momentos donde aflora el humor como ejercicio de catarsis imprescindible que lo revuelve todo.

Luis Zahera en un instante de la película
Luis Zahera en un instante de la película

De hecho, la película no cae en el sentimentalismo barato y sin embargo sí consigue que la química entre Gutiérrez y Zahera funcione y deje al descubierto escenas memorables de ambos actores. Nos creemos demasiado a sus personajes y, sobre todo, descubrimos dos roles mejor trabajados, especialmente en Luis Zahera que, por un rato, ha dejado de ser el quinqui de la historia.

Por todo ello, Pájaros es una recomendable propuesta que solo necesita a esta pareja de grandes actores para que el relato conmueva y, puntualmente, emocione. Una mirada que Pau Durà ha sabido explotar.

Cartel promocional del melodrama Pájaros
Cartel promocional del melodrama Pájaros

 

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