‘Quédate conmigo’ muy cerca y lo más lejos de este perverso alzheimer
¡Mis queridos palomiteros! ‘Quédate conmigo’ muy cerca y lo más lejos de este perverso alzheimer. Hace cinco años el director, productor y guionista oriundo de Toronto, Michael McGowan (Score: A Hockey Musical, 2010), estrenaba en salas españolas, y de la mano de European Dreams Factory, este drama social esperanzador sobre la tercera edad, las nuevas normativas sobre la construcción de viviendas y la enfermedad del alzheimer, asunto que enfocó con acierto el filme de María Ripoll, Vivir dos veces.
Basada en una historia real, Quédate conmigo sigue los pasos de Craig (James Cromwell) e Irene (Geneviève Bujold), una pareja de octogenarios con más de 60 años de matrimonio a sus espaldas y siete hijos, que vive apacible y felizmente en una granja de New Brunswick, la única provincia canadiense que posee el inglés y el francés como idiomas oficiales.
Pero los tiempos cambian y las normativas sobre el uso de la vivienda también. Ya no pueden disfrutar más tiempo de su pequeña granja, y la edad está haciendo mella en Irene, que empieza a tener síntomas de alzheimer.
‘Quédate conmigo’ muy cerca y lo más lejos de este perverso alzheimer
Craig, a sus 87 años y preocupado por su mujer, decide construir una pequeña casita de madera en el terreno rural que ambos tienen para facilitarle una vida más saludable. Pero la comisión no se lo va a permitir porque alega que la estructura que quiere desarrollar el anciano no se adecua a los códigos de construcción de la zona.
De nuevo, el cine afronta con optimismo y claridad expositiva los inicios y las consecuencias de la enfermedad del alzheimer, uno de los aspectos más interesantes del filme, si bien la historia ataja también con profundidad y pulso firme las relaciones entre padres e hijos en el ocaso de la existencia con naturalidad y sin aspavientos.
El cine afronta de nuevo,con optimismo y claridad expositiva, los inicios y las consecuencias de la enfermedad del alzheimer
No en vano, películas como Arrugas, Bicicleta, cuchara, manzana; Iris o El diario de Noah, entre otras, se implican en explicar esta enfermedad. Y para ello, Michael McGowan necesitaba a dos actores de relieve como James Cromwell y Geneviève Bujold, ambos candidatos al Oscar años atrás, para estar al fuerte nivel interpretativo que exigen sus personajes, probablemente en una de las mejores interpretaciones de sus carreras.
A todo ello se añade una puesta en escena realista, muy bien ambientada al plasmar una atmósfera campestre silenciosa, dominada por la armonía que le imprimen sus protagonistas y secundarios, y apoyada por una suficiente banda sonora a cargo de Hugh Marsh.
Quédate conmigo es, pues, una película fresca que habla del amor en todos sus niveles -sin ñoñeces románticas por medio-, del apoyo mutuo y de la resistencia ante las adversidades con pasión y vitalidad para hacer más visible y humana la vida de la gente mayor y, en este caso, su modo de luchar pacíficamente. ¡Una joyita!