Impactado tras la muerte de Roberto Pérez Toledo, el amigo de la bondad infinita
¡Mis queridos palomiteros! Muere Roberto Pérez Toledo, guionista de la bondad infinita. Ayer por la tarde llegó rápida la noticia, como todas las malas noticias. Se había muerto un gran amigo, espléndido ser humano y director de cine. Un derrame cerebral lo alejó de esta vida a sus 43 años. No lo podía creer.
Le conocí en el lejano 2002, cuando servidor calzaba los tempraneros 26 años. El lanzaroteño Roberto -desde los 14 en silla de ruedas por una enfermedad detectada de niño-, tenía 23. Me lo presentó mi admirada amiga y actriz Rosa Puga Davila, todo un dechado de virtudes, y académica de las Artes Escénicas de España.
Muere Roberto Pérez Toledo, guionista de la bondad infinita
El suceso acontenció en Madrid durante la celebración de la gala anual de cine del Círculo de Escritores Cinematográficos, quien por cierto este 9 de febrero organiza de nuevo la ceremonia presencialmente en los cines del Palacio de la Prensa. Roberto y yo intercambiamos abrazos y a partir de ese momento comenzó a tejerse una sana amistad.
Como sabéis, a diario hay pases matutinos de cine para la prensa en Madrid. Pues bien, siempre quedábamos para acudir juntos a la sala de turno. Cuando íbamos al Palafox, nos citábamos en la glorieta de Bilbao para recorrer juntos, a la ida y a la vuelta, los pocos metros que nos separan del recinto. Reconozco mi incontinencia verbal durante estos trayectos, que Roberto asumía entre risas y declaraciones lapidarias para justificarme.
No obstante, de él siempre salía una voz esperanzadora y serena de quien sabe manejar el lenguaje. De hecho, durante varios años, se empleó como crítico de cine en la revista Pantalla 90, donde también escribía yo. Estar cerca de él era siempre un reclamo para estar protegido por una persona humilde, sencilla, pero que lo inundaba todo cuando hablaba. Seguramente habría aprendido más de él si no hubiese monopolizado nuestras sabrosas charlas.
De él siempre salía una voz esperanzadora y serena de quien sabe manejar el lenguaje
También le recuerdo, por ejemplo, en la multitudinaria rueda de prensa de Hable con ella (2002), de Pedro Almodóvar, donde acudió el reparto al completo. Allí, en los cines Méndez Álvaro, compartimos grandes momentos intercambiando simpatías con las tres reinas de la fiesta: Paz Vega, Leonor Watling y Elena Anaya. Las tres vestían de riguroso negro y estaban elegantísimas. Con nosotros por medio, el quinteto resultó una fiesta…
Supe que en el año 2000 Roberto se licenció en Comunicación Audiovisual por la universidad Pontificia de Salamanca. Hombre juicioso, y con una inteligencia destacada, estaba lleno de bondad, de generosidad y de grandes ideas. Tenía un grupo de actores consolidado con los que iba filmando sus cortos. De hecho, mientras estudiaba, en la temporada 1999-2000 dirigió el primero al que llamó Mar adentro, que le reportó grandes premios como el de mejor guion en la facultad y, posteriormente, el primer premio en el Certamen de cortos online de Cortovision.com.
Durante varios años se empleó como lúcido crítico de cine
Ya os imaginaréis la coña con el título cuando en 2004 Alejandro Amenábar estrenó su largo multipremiado Mar adentro, aunque las temáticas no tenían nada que ver. En 2001 escribió y dirigió Lluvia, galardonado en el Festival de jóvenes realizadores y en el festival Zemos 98 de Sevilla. Por no decir la cantidad de veces que el trabajo fue seleccionado por toda España.
Pero yo tenía muy claro que Roberto iba a más. Su talento y su alta capacidad de trabajo iban a dar frutos. El 12 de julio de 2002 presentó En otra vida, su tercer cortometraje -que también escribió y dirigió-, en el Cine Estudio del Círculo de Bellas Artes de Madrid. Un trabajo impecable donde se produce un encuentro con Dios en el fondo del ser humano, que pone en valor nuestra convivencia con el prójimo, la necesidad de tener alguien a quien querer y la esperanza de que hay otra vida tras la muerte. Y a pesar de que contó con pocos recursos, técnicamente e interpretativamente es ejemplar. Aún conservo en casa la copia en VHS que le pedí.
En estos momentos el María Guerrero acoge su primer trabajo para teatro, Manual básico de lengua de signos para romper corazones
Tras rodar algunos cortos más como Estrela (2003), Vuelco (2005), Los gritones (2010), y así hasta 40 títulos, en 2011 estrena su exitosa y premiada opera prima en formato de largometraje, Seis puntos sobre Emma, donde aquel joven que conocí se convirtió en el brillante hacedor que fue de un cine integrador con intérpretes y producciones de gran nivel.
En estos momentos el María Guerrero acoge su primer trabajo para teatro, Manual básico de lengua de signos para romper corazones, que aún no he podido ver. Sin ninguna duda será otro gran éxito. Como ha sido siempre la vida de Roberto, delante, y detrás de las cámaras.
Esto último te lo digo a ti, buen amigo. Continúo impactado por la dolorosa realidad. Te has ido y has dejado roto todo. Hoy el cine y el teatro siempre pierden. Un abrazo enorme y muchas gracias por todo, Roberto.