Calle de la Estrella: tapas con chinchetas - Pateando A Coruña

Calle de la Estrella: tapas con chinchetas

Calle de la Estrella. Comienza en la Rúa Nueva y termina en Santa Catalina. 42 números. 170 metros. 15003. Pateamos por una de las calles de tapas por excelencia de A Coruña.

 

EN BUSCA DE LA ESTRELLA DE DAVID

La calle de la Estrella no viene de ningún aficionado a la astronomía. Todo apunta a que el nombre tiene origen judío. En esta zona de Pescadería se situaría un asentamiento hebreo. De ahí, por ejemplo, lo de ‘Rúa Nueva’, un nombre típico en juderías de todas partes.

Probablemente hace siglos se podía ver aquí una estrella de David. Hoy en día, el único astro que hay en la calle está en el pavimento de baldosas que vemos en el cruce con Mantelería. O en los nombres de alguno de los comercios.

 

 

BARES EN TRES TRAMOS

La calle de la Estrella es una calle en zig zag, con tres tramos que impiden que la podamos ver entera de un solo golpe de vista. Arranca en la una cafetería tradicional y termina en una heladería ecológica.

En el medio, una vida que se concentra, a partir de media tarde. Esta es una de las calles de vinos y tapas por excelencia de A Coruña. De las que más se ha revitalizado en los últimos años. Con bares de todo tipo y gustos, desde la tapa más clásica a la más elaborada. Uno de ellos es la cervecería O’Sampaio. Hablamos con uno de sus socios: Maximino 

 

LA CALLE QUE RECUPERÓ EL PAVIMENTO

Podríamos inventar un lema para la calle de la Estrella. Algo como: “barriles y banquetas, todos tienen que respetar las chinchetas”. En 2017 la calle comenzó a tener aire. Hasta entonces, las terrazas invadían todo el pavimento y no se podía pasar más que en fila de a uno. La gota que colmó el vaso fue cuando los bomberos tuvieron problemas para acceder a una vivienda por una emergencia. De ahí, las chinchetas que delimitan el espacio máximo que pueden ocupar las mesas, las sillas y hasta los toldos de los establecimientos y que permiten que, por fin, sea posible patear por la Estrella. 

Por otra parte, la calle de la Estrella es la de las traseras de grandes edificios de los Cantones. Las galerías de la Fundación Barrié, el tanque de Afundación o el cine Avenida, además de los grandes bancos, muestran aquí una cara algo menos favorecida. 

 

Hasta hace unos años, la cafetería de la ONCE ocupaba la parte de atrás de la sede de los ciegos. Hay algunos negocios, como un centro de pilates o una juguetería clásica. Y los recreativos de siempre se han transformado en varios locales de apuestas.

Aunque nada supera a la historia del chicle de perejil. Generaciones de coruñeses se la jugaban al pedir en un puesto de la calle de la Estrella, en el que despachaban chucherías o tabaco, ese chicle de extraño sabor. La señora no se lo tomaba nada bien y perseguía a los chavales más osados.

Cuando los bares cierran, podemos ver motivos como la Torre de Hércules pintados en las persianas. Algo muy coruñés, igual que el número que ofrecen en la administración de lotería. Atención a los aficionados blanquiazules: aquí se vende la fecha de la fundación del club

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