Calle Santiago: el inicio del Camino Inglés
Calle Santiago. Comienza en María Barbeito y termina en la plaza del General Azcárraga. 23 números. 180 metros. 15001. Pateamos por el inicio del Camino Inglés.
La calle del Apóstol
La calle Santiago no está dedicada a la capital de Galicia. Ese papel le corresponde a la calle Compostela, en el Ensanche. Aún así, hay algo que une íntimamente esta vía con la ciudad compostelana: el apóstol. Aquí se ubica el que está considerado como el edificio religioso más antiguo de A Coruña. Los orígenes de la Iglesia de Santiago se remontan al siglo XII, antes incluso de la fundación de la ciudad como tal. La imagen de Santiago Matamoros a caballo en el tímpano, bajo el gran rosetón abre este coqueto edificio románico que pasó de tener tres naves a contar con una.
Las sucesivas reformas fueron cambiando su aspecto a lo largo de la historia. Y resurgió, literalmente, de sus cenizas, tras un incendio en el siglo XVIII. Hoy en día, la iglesia de Santiago es uno de los templos más encantadores para casarse y uno de los más bonitos para visitar en la ciudad. De ella habla en esta entrevista el arqueólogo Felipe Senén:
Peregrinos y turistas
La Iglesia de Santiago es, a la fuerza, uno de los puntos imprescindibles del Camino Inglés. La ruta se ha venido reivindicando en los últimos años y cada vez se ven más peregrinos por esta calle.
La mayoría, eso sí, ya no viene en barco como hacían en la Edad Media. Ahora, los que llegan por mar son otros, y también tienen acento británico. Conforme avanza la mañana, al ritmo tranquilo de la calle Santiago se van sumando los pasos de los de chanclas y calcetín. Muchos de los cruceristas que atracan en el puerto aprovechan para dar una vuelta por la no siempre valorada Ciudad Vieja. A veces, llegan antes de que abra. Es lo que tiene ser el primer lugar de interés en las visitas turísticas al casco histórico. Para extranjeros y para nacionales.
Zona peatonal con toques modernos
Estrecha, de piedra y en cuesta, en la calle Santiago los vecinos se saludan cuando van al único ultramarinos que hay aquí, un híbrido entre supermercado y tienda de barrio. Desde que la Ciudad Vieja se hizo peatonal, no tienen que andar peleando con los coches, y la calle pasó a tener una parada de taxi vacía. Por lo que nos cuentan, agradecen tener más espacio para las piernas.
A un paso, literalmente, de María Pita, no suena mal vivir en la calle Santiago, donde se ven los edificios bien rehabilitados. Y eso que alguno de los inmuebles, de momento, está vacío. Las religiosas de María Inmaculada dejaron hace unos meses su emplazamiento al principio de la calle por falta de vocaciones. Con ellas, se marcharon las estudiantes de la residencia. Las que, al principio de curso, protagonizaban alguna novatada pasada de vueltas.
Con librerías que son cafés y cafés que son fábricas de cremalleras, también despunta la modernidad en una de las más antiguas calles de A Coruña. Los que, además de pasear, viven en esta vía de entrada a la Ciudad Vieja, no tienen queja.
Y, además del patrimonio, la calle Santiago también tiene una reliquia: una cabina telefónica que, por lo que parece, todavía funciona.