Oidor Gregorio Tovar: más espacio peatonal en Os Mallos - Pateando A Coruña

Oidor Gregorio Tovar: más espacio peatonal en Os Mallos

Calle Oidor Gregorio Tovar. Comienza en la calle Cronista Pacheco y termina en la calle San Luis. 44 números. 240 metros. 15007.

 

La Sexta del Ensanche judicial

A Oidor Gregorio Tovar se le llamó durante muchos años Sexta del Ensanche, como recuerdan, y puede que usen, los más veteranos. Lo más curioso es que el nombre estaba duplicado, porque Historiador Vedía, entre Santa Margarita y San Pablo, también se conocía con esa denominación. La calle de la que hoy hablamos en Os Mallos, al ladito del edificio de los Nuevos Juzgados. Nuevos, solo en el nombre, porque hablamos de la más vieja de las actuales sedes judiciales. Y Oidor Gregorio Tovar también tiene relación con las leyes. Los oidores eran los jueces que, en las audiencias del reino, oían y sentenciaban causas y pleitos.

 

Gregorio Tovar y Pizarro fue uno de ellos. Nació en A Coruña y de ascendencia vallisoletana, fue oidor de la Audiencia de nuestra ciudad y más tarde, estuvo en las Chancillerías de Granada y Valladolid. La herencia simbólica de este Oidor se traduce en que una gran parte de las personas que pasan por su tranquila calle tiene un juzgado como destino.

Un aparcamiento semisubterráneo 

Con esta actividad de los juzgados, lo de aparcar en todo el entorno es tarea imposible. Y eso que Oidor Gregorio Tovar comienza con un párking. El de la Plaza Monforte, con una planta en la cota cero y dos bajo tierra.Construido en el año 2000, los dos años que duraron las obras fueron un verdadero quebradero de cabeza para quien vivía en la zona. Ahora, hay días en que sus 190 plazas se hacen pocas para todos los coches que necesitan venir al barrio. 

 

Menos coches, más peatones

En su momento se llegó a plantear hasta habilitar unas galerías comerciales en el aparcamiento, algo que quedó descartado para alivio de los comerciantes del entorno.  De todos modos, la preocupación actual de los negocios es otra. Porque las aceras de la calle se han hecho más anchas y se han llevado por delante algunas de las codiciadas plazas para dejar el coche. La reforma, como suele pasar últimamente, ha sido mano de santo contra la doble fila, pero ha reducido mucho el margen de maniobra de una zona que siempre está a tope de sitios ocupados.

Desde hace unos meses la mayor afición de algunos vecinos es contemplar el ir y venir de los obreros.Media calle está ya renovada y los naranjos anteriores han quedado ahora en el medio del trayecto.

La peatonalización sin fecha

Rotulada como Zona 30, Oidor Gregorio Tovar está condenada a tener, cada vez, una velocidad más reducida, porque el plan municipal es que forme parte de un itinerario peatonal que arrancará de San Diego y terminará en el Parque del Agra. Pese al ejemplo de la peatonalización de Ángel Senra muy próximo, no todo el mundo ve con buenos ojos tanto sitio para andar y echa de menos el suelo anterior.

 

Comercio tradicional

Oidor Gregorio Tovar mantiene un comercio muy tradicional. Sin franquicias y con tiendas de esas que no ofrecen ropa, sino “moda”. Alguno sobrevive, como un titán, desde hace décadas y ve a su alrededor cierres o nuevos vecinos.

 

Una joyería, una tienda de música o una peluquería conviven con un bazar chino. Incluso con una extraña esquina de máquinas que vende chucherías y fideos japoneses.

 

Carne ‘premium’ y un lugar de ayuda continua

En el recorrido, nos detenemos en dos lugares. En el medio de la vía, desde hace 21 años,una carnicería. Galecia, que tiene clientes de toda la ciudad, muchos de ellos restaurantes. Su especialidad es el producto gallego, en especial, la vaca rubia. Cuchillo en mano, nos atiende José Antonio Vázquez

 

En el número 28 de Oidor Gregorio Tovar se sitúa la sede de Alcohólicos Anónimos. Ayuda a personas adictas al alcohol las 24 horas y los 365 días del año. José Ramón es uno de sus integrantes:

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