CANTABRIA, EL PARAÍSO DEL NORTE
Más bonita de lo que me imaginaba. Cantabria es una de las comunidades españolas que más aparece en los medios de comulación por ser una región muy bien promocionada turísticamente, donde se da a conocer los maravillosos rincones que posee esos pagos del norte de España. De los cuales siempre me quedé prendado viendo esas impresionantes imágenes de tantos y tan bonitos paisajes que hasta ahora no conocía físicamente.
Esta misma semana pude conocer in situ esa privilegiada zona de nuestro país y desde entonces esa percepción que tenía de esas tierras cántabras se quedó corta porque tras conocerla sobre el terreno puedo decir que estos pagos son realmente paradisiacos. Un viaje de trabajo de cuatro días para preparar un importante evento relacionado con la gastronomía que tendrá lugar en septiembre de este mismo año, donde la Cofradía de los Quesos de Cantabria que encabeza el Gran Maestre Miguel A. Díaz, concederá el título de Cofrade de Honor de esta entidad a este que suscribe, y el hermanamiento entre esta entidad y la Cofradía Gastronómica Isleña «Los Esteros» ha sido la “excusa” perfecta para descubrir ese trozo maravilloso de nuestro país.
Tras llegar a Santander, al poco tiempo de instalarme en el hotel Santemar, donde me alojé, ya acudieron a recibirme mis queridos y grandes amigos José Manuel Revuelta, ese prestigioso cirujano cardiovascular y el gran empresario santanderino Miguel Ángel Díaz, a quienes nunca les podré estar lo suficientemente agradecido por ese trato siempre atento, exquisito, cercano y cariñoso del que fui objeto en todo momento durante mi estancia en Cantabria, además de mostrarme algunos de sus muchos y encantadores rincones.
Como el Campus Universitario de Santander en el que el profesor Revuelta, en su condición de catedrático emérito de la Universidad de Cantabria, tiene su laboratorio de biomateriales donde trabaja, con un irreprochable equipo humano formado por ingenieros, físicos y matemáticos intentando encontrar alternativas con nuevos materiales para el corazón humano y combatir enfermedades y mejorar patologías cardiacas, como ya ha hizo anteriormente.
O ese emblemático club de golf de Pedreña con casi cien años de historia, considerado como uno de los mejores campos del mundo ya que el impecable mantenimiento es constante y continuo, además de las obras de mejoras y ampliación de sus instalaciones de las que son objeto; como la última, diseñadas y construidas bajo la dirección del campeonísimo y conocido arquitecto de campo Severiano Ballesteros.
Otro de los lugares que mis queridos amigos Miguel Ángel y su esposa Manoli me enseñaron fue el municipio de Suances donde, además de comer de maravilla, posee unas bellas vistas desde sus impresionantes acantilados a través de los cuales se puede divisar unas playas realmente paradisiacas como La Concha, Los Locos, La Rivera, La Riveruca, o La Tablía.
Y de Suance a Santillana del Mar. Una parada que se hace imprescindible cuando se visita esta región, porque esta villa es una preciosa población, de hecho, no en vano, está considerada como uno de los pueblos más bonitos de España. La peculiar arquitectura de sus casas donde la piedra cobra especial protagonismo, el alegre colorido de sus calles mimosamente cuidadas, las flores y plantas decorando el entorno con la agradable fragancia que desprende, al ambiente de sus establecimientos de restauración, forman una agradable mezcla que hace sentirse de manera placentera en este hermoso rinconcito cántabro; de hecho, desde 1989 está declarado conjunto histórico-artístico
Y otra parada que necesariamente hay que hacer cuando se tiene la suerte de estar en Cantabria es en esa bella localidad marinera de Santoña famosa, entre otras muchas cosas, por las inigualables e incomparables anchoas que en esta ciudad preparan como en ninguno otra parte.
En definitiva Cantabria es un lugar idílico cuya visita se hace imprescindible para los amantes de la belleza porque esta región de nuestras Españas es el paraíso del norte