SABOREANDO EL AUTÉNTICO MENUDO - Saboreando

SABOREANDO EL AUTÉNTICO MENUDO

Ayer disfruté de lo lindo. Y fue deleitándome con ese plato de menudo, que veis en la foto; uno de los mejores que he comido en mi vida. Y no exagero! Hace tiempo que no comía esa especialidad, tan ligada a la cultura culinaria isleña y del resto de la Bahía de Cádiz, pues lamentablemente cada vez son menos los sitios donde se puede comer ese rico plato cocinado a la antigua usanza; o sea elaborado de forma totalmente artesana y natural con los callos fresco, sus huesos de ternera, sus garbanzos auténticos de La Pedriza,   y sus condimentos correspondientes, como así lo comí, ya que la mayor parte de los establecimientos donde se puede degustar, no se ofrece de la forma que antes decía, sino el que ya viene prácticamente cocinado y presentado en barras en forma de lingotes o bien en lata.

Y esa obra de arte comestible que tan felizmente me zampé, acompañada de un fabuloso vino espumoso andaluz, que no cava,  fue en La Isla, concretamente  en la morada de los Asencio-García que tan amable y cariñosamente me invitaron a casa de ambos donde disfruté de lo lindo regocijándome con esa exquisitez,  con la cual, dicho sea de paso, se alimenta esa sustancia cerosa llamada colesterol, convertido en uno de nuestro más crueles enemigos. Pero todo ese disfrute del que hablo no hubiera sido posible sin dos cuestiones imprescindibles; una, esas manos expertas y experimentadas que cocinó el bocado en cuestión, como fueron las de Mari –la madre de Dani Asencio–, una señora que posee grandes dotes en estos menesteres de los fogones de toda la vida, y así lo de mostró con ese guiso que guardo y guardaré para siempre en la retentiva de mi memoria y, sobre todo, de mi paladar, y dos; la encantadora compañía con la que me rodee y tan cariñosamente me acogieron en aquella casa donde pasé el primer domingo de septiembre que lo recordaré siempre porque, tras el menudo, vino la sangre con tomate, que en esta ocasión fue cocinada por Manuela García –esposa de Dani–, los pastelitos con el café, la copita de “ron caramelo”, etcétera mientras disfrutamos durante una larga, aunque a mí se mie hizo muy corta, sobremesa en la que hablamos de manera distendida, amena, divertida…de lo divino y de lo humano.

Gracias Dani y Manuela, Manuela y Dani!!

Oneto

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *