Lluvia el día de mi boda: ¿Y ahora qué hay que hacer?
Algo totalmente imprevisible en una boda, y que no puede controlar ni la mejor wedding planner del mundo, es la lluvia. Si has visto Una Cuestión de Tiempo recordarás el gran vendaval y el agua que cae cuando los protagonistas salen de la Iglesia.
O si eres muy fan de Friends, te acordarás de la nevada que cae el día de la boda de Phoebe y Mike. Por culpa del mal tiempo no logran llegar a la Iglesia y terminan casándose en plena calle.
Sin embargo, todo esto es pura ficción. La realidad es que puede llover en todas las bodas, seas quien seas. Y si no que se lo digan a los Reyes Felipe y Letizia. El día de su boda, un 22 de mayo de 2004, la Reina tenía que llegar a la catedral de la Almudena a pie. En cambio, un gran diluvio torció los planes y tuvo que ir en coche.
Aunque no se pueda predecir la lluvia, estar pendiente del tiempo siempre puede dar muchas pistas. Aun así, siempre es muy importante tener en el bolsillo un plan B “para que todo salga perfecto”. Así lo aconsejan María y Patricia. Como Wedding Planners de Peonías Eventos recalcan la necesidad de “tener plan con lluvia y plan sin lluvia. Y que sean los dos igual de buenos, porque el tiempo no depende de nadie y te la puede jugar. Ha diluviado en julio y ha hecho un calor horrible en octubre”.
Eso sí, no vale cualquier plan B. Es muy importante que a tu pareja y a ti os guste tanto esa segunda opción como la primera. “Al final, el tiempo es lo de menos”, afirma María. “La gente va a recordar la boda por lo bien que se lo pasó, por cómo comió, por cómo disfrutó, por lo emotiva que fue… No por si llovió o no”.