El hombre de la suela roja
Érase una vez una niña que se llamaba Cris. Cris tenía unos zapatos Louboutin, conocidos en el mundo entero, entre las ‘fashionistas’, por ser «los zapatos de la suela roja». Para que nos entendamos, la suela roja es al zapato de Louboutin, lo que el pelo largo es a Sansón, parte de su fuerza… y de su encanto.
Cris desgastó las suelas de tanto usarlos sobre asfalto y fue al zapatero a que se los arreglaran. Cuál fue su cara de horror cuando este (que no había visto un Louboutin en su vida) le devolvió unos zapatos con la suela pintada de negro y -para añadir más insulto- media suela de goma pegada encima de la suela original. La palabra que me viene a la mente es: «sacrilegio». Deberían cerrarle el chiringuito por atentar contra la moda.
Y es que el emblema de la propia firma es esta suela. No hay más que ver las tarjetas de visita… llevan una suela roja.
En EEUU que les gusta abreviar todo lo que no saben pronunciar (como hacen con «Dolce&Gabbana» que se ha quedado en «Dolce») han rebautizado a estos zapatos como «Loubs» y se han quedado tan contentos. Jennifer Lopez ha sacado una canción sobre ellos y las chicas de Sexo en Nueva York han dejado de lado sus queridos Manolos para, en su lugar, desgastar suelas rojas por toda la ciudad.
¿Cómo una suela roja ha podido llegar tan lejos? Y más importante aún: ¿cómo nació la idea de la suela roja? Se lo hemos preguntado al propio Christian Louboutin durante su aparición en la nueva boutique de Madrid anoche. «Hice una colección que era toda de colores y cuando llegaron los primeros prototipos, la suela era negra y los miraba y veía que había algo que estaba mejor en los bocetos, pero no entendí el qué. Mirando alrededor mío en el estudio me di cuenta de que no había grandes trazos negros por ningún lado. Finalmente, tenía una ayudante que llevaba una laca de uñas color rojo y la cogí y pinté toda la suela del zapato de este color. Fue como una revelación. Lo más importante en diseño es lograr que las cosas se parezcan lo más posible al dibujo original. Pinté todas las suelas de rojo y me dije a mi mismo que ahora tenía que haber cierta continuidad. El rojo es el color de la pasión y del amor pero más importante aún, hasta las mujeres que nunca llevan colores encima, siempre llevan rojos, en el color de los labios o de las uñas.»
Y volviendo a nuestro problema de las suelas desgastadas… ¿hay forma de resolverlo sin pasar por un zapatero? «Estamos ideando una crema especial que penetra la suela y la enrojece» dice Christian. Así que ya lo saben, no sólo vamos a tener que comprar cremas para la cara sino también para las suelas de nuestros zapatos.