Only in New York (sólo en Nueva York) - Léxico fashionista

Only in New York (sólo en Nueva York)

Nueva York siempre se ha vendido como una ciudad donde la gente joven va a triunfar, a donde llegan personas de todas partes del mundo persiguiendo los ideales del American Dream (sueño americano), y donde “anything can happen” (cualquier cosa puede pasar).

Bien, pues estos clichés son todos reales. Y si no, que me lo digan a mí, que fui cinco días a Nueva York a ver desfiles, y lo menos interesante fueron los desfiles.

 

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steve-madden.jpgFOTO: dos modelos de botas con tachuelas de la firma americana Steve Madden, el año que viene, las tendrán más altas de caña, gracias a mi…

 

Momento surrealista 1:

Entro en la tienda de Steve Madden de Broadway y me pruebo unos botines. Se acerca una de las vendedoras a decirme que le apasionan las botas que llevo puestas (unas botas altas con tachuelas de la firma Ash) y me pregunta si puede hacerles una foto. Yo pensaba que era para un blog (hoy en día todos son bloggers y todos hacen fotos a todo). Resulta que me dice que era para mandarlas a los diseñadores para que las copien. Igual debía haberle pedido un puesto como coolhunter ahí mismo.

 

cipriani-borchers-urena.jpgFOTO: el interior del restaurante Cipriani y un momento de la cena con André, el Birkin tamaño viaje y yo.

 

Momento surrealista 2:

Voy a cenar con mi amiga Fernanda que trabaja en Ralph Lauren, al restaurante Cipriani de West Broadway, y nos sientan al lado de unos chicos de unos 25 años. Uno era un americano ultra preppy y el otro era europeo y extravagante, con un bolso Birkin tamaño viaje. Media hora más tarde (o mejor dicho: cuatro bellinis más tarde) ya éramos todos íntimos. Resulta que el europeo era André Borchers, el equivalente a Paris Hilton en Alemania, y es diseñador y celebrity. Salimos todos juntos del restaurante con la promesa de que yo me mudaría a Los Ángeles, para participar en su nuevo reality show.

 

Bill-Cunningham.jpgFOTO: el fotógrafo Bill Cunningham fuera de los desfiles, y a la caza de un buen look de streetstyle.

 

Momento surrealista 3:

Saliendo de uno de los desfiles del Lincoln Center, un fotógrafo francés de streetstyle, se emociona con mis guantes de Hermès con tachuelas XXL (que la firma llama clou de chien) y me dice si puede hacerme una foto. Aparece el mítico fotógrafo de sociedad del New York Times, Bill Cunningham, de 80 años, y se pone a retratarme también. Yo emocionada. Pero de tanta foto, nos quedamos todos en medio de la calle, y los coches me rozaban mientras pasaban por ambos lados. Para los que pensaban que cubrir las semanas de la moda no era tan arriesgado como ir a zonas de conflictos: esa misma tarde, un coche todoterreno atropelló a Bill fuera de un desfile, haciendo fotos… pero se volvió a levantar y siguió con lo suyo, como buen reportero de guerra moda.

 

david-victoria-beckham.jpgFOTO: Victoria y David llegando a Balthazar en Soho, con la pequeña Harper en brazos.

 

Momento surrealista 4:

Estoy de camino a una reunión en el Soho cuando paso por delante del restaurante Balthazar y veo que está colapsado de gente. Pregunto qué está pasando y me dicen que hay una celebrity dentro, pero que no saben quién. Me cuelo hasta la puerta y le pregunto a los paparazzi que quién era el famoso, y me contestan que los Beckham. Como hacía mucho frío y tenía cosas mejores que hacer que esperarles para retratarles, le pedí a uno de los fotógrafos que me enseñe la foto de la llegada al restaurante… y le hice una foto a su foto y me quedé tan contenta.

 

 

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