Las famosas cambian el chándal por el pijama
Las fotos de famosas en pijama me confunden. No sé si han salido a la calle de resaca, con el pijama puesto, o si lo que llevan son pijamas de calle. Con la moda del pantalón pijama como prenda urbana cada vez más presente en las tiendas y en… pues eso… la calle, me pregunto qué es lo que diferencia un pantalón de pijama normal con uno apto para usar fuera del dormitorio. ¿Realmente existen diferencias?
La primera diferencia que me planteo es el precio. Entiendo que un pantalón pijama de calle tendría que ser más caro que un pantalón pijama de casa. No sé por qué, pero parece lo lógico. Esto es verdad si se aplica a un pantalón pijama de calle de Dolce&Gabbana, pioneros en esta tendencia, y, digamos,a uno de estar por casa de Women’Secret. Pero claro, si elegimos un pantalón pijama de calle «low cost» de Stradivarius, por ejemplo, y uno de estar por casa de La Perla, la máxima ya no funciona.
La segunda diferencia que busco es en los materiales, pero no la encuentro. Tengo pantalones de pijama de seda para estar por casa y también de algodón. Y los que veo de calle en las tiendas, son de los mismos tejidos. Mezclas de seda, mezclas de algodón etc.
Quizás es en los estampados… tampoco. ¿En los acabados? No. Mis pantalones de pijama tienen bolsillos perfectos, el bajo bien terminado, botones o elásticos… igual que los de calle. Y es que para las «celebrities», el pantalón pijama se ha convertido en el nuevo chándal. Ya no sabes si es de día, de noche, si se levantan, si se acuestan, si van a Starbucks a por un café o si van a tomar «Jägerbombs» con los amigos.
¿Conclusión? Hoy voy a salir a la calle con mi pijama de Oysho.