Lena Dunham se tapa para el «Ice Bucket Challenge»
Acostumbrada a verla siempre ligera de ropa, por no decir semi-desnuda, en la serie «Girls» de HBO, me ha parecido raro que la actriz salga en bañador de una pieza, para realizar ese fenómeno viral conocido como el «Ice Bucket Challenge».Su personaje en la serie -y por defecto ella- es el máximo exponente del icono de moda «anti-icono de moda». Es una Carrie Bradshaw real, sin los tacones de Manolo Blahnik (poco prácticos para la vida moderna) y toda la parafernalia «fashion victim» marquista.
Desde que triunfan los zapatos «fugly» (feos) y se llevan los calcetines con las chanclas y los «crop tops» a todas horas, Dunham está de moda y tiene una legión de seguidoras que visten en el equivalente en USA a Violeta by Mango y tienen la suficiente personalidad como para salir a la calle en pijama y sin Spanx. Mientras Carrie era «aspiracional» (Pocas se gastan la hipoteca de un mes en sandalias con plumas de marabú), Dunham es «inspiracional».
¿Su nuevo look? Se ha cambiado el color de pelo y ahora es rubia platino. Lo hemos descubierto gracias a sus fotos de Instagram. Ahora os invito a ver su «Ice Bucket Challenge» con perro incluido- que me recuerda a esas fotos de egoblogueras con gatos que pasean en el fondo, rascándose con el «gotelé» de la pared. Pero en el caso de Dunham, en vez de quedar cutre, queda hiperreal.