La hermana de Kim Kardashian es una intrusa

Esto es de lo que se quejan miles de modelos profesionales desde que la pequeña del clan Kardashian acapara todos los flashes durante los desfiles de las semanas de la moda. Los que no se hayan enterado, porque han estado viviendo en Saturno desde hace un año, deben saber que la pequeña Kendall Jenner (18 años), debutó como modelo de pasarela la temporada pasada. Al ser la hermana pequeña de Kim (misma madre, padre distinto), muchas apuntan a que solo desfila por ser famosa, no por su talento.

Primero dejemos a un lado eso de que haya que tener alguna habilidad especial o un master intensivo para andar con tacones hasta el final de una pasarela, darse la vuelta y volver. Segundo, está claro que los directores de casting de los desfiles eligen a Jenner por su tirón mediático. Lo mismo pasa en la música, en el cine y demás sectores en los cuales la imagen lo es todo y donde los padres y los padrinos pueden darte un empujón. Su estatus de celebrity de reality le ha ganado el puesto de lideresa del pelotón de modelos del final del desfile de Dolce&Gabbana por ejemplo. Esto le ha traído problemas con las demás modelos y hasta se rumorea que ha sido víctima de bullying (entre otras cosas dicen que las demás apagaban sus cigarrillos en su taza de café).

Kendall Jenner no es la más guapa, ni la más alta, ni la que tiene mejor cuerpo, pero ahí está y casi todos la quieren en su desfile. A la que no le gusta, que haga un master en empresariales y después se quejará de que le han dado el puesto a un Rothschild y no a ella. Como dicen en francés C’est la vie (así es la vida).