La Marina

Ligada siempre al Teatro López de Ayala, la Cafetería La Marina ha sido desde siempre escenario para tertulias más o menos sesudas, comidas reposadas y también «al paso» y, sobre todo, desayunos. En los últimos haños ha sido recuperada por la familia Torres Martínez, herederos por el segundo apellido, de los mejores bocatas de calamares de la ciudad.

La Marina está enclavada en el centro de la ciudad, en un lugar típicamente «de paso», una de las esquinas del Paseo de San Francisco que sirve de nexo de unión  entre el Badajoz nuevo y el antiguo y siendo testigo de que esa unión nunca ha sido fácil. Su cocina es sencilla, casera, directa. Sin grandes ínfulas pero sencillamente deliciosa. Destaca el bacalhao dourado, las croquetas, las carnes y los diversos platos de curados y quesos. Tiene un menú diario por 9€, con  cuatro primeros y cuatro segundos e, incluso, barman coctelero por las tardes y noches.

Pero es, sin duda, en los desayunos cuando La Marina saca lo mejor de si. Tostadas, migas, tartas, bollería… una gran selección de productos en los que destaca la calidad de la materia prima. Destacar el café, fuerte y con cuerpo, con un sabor digno de los mejores torrefactos de los que tanto gustan en Badajoz.

DESAYUNO ESTRELLA

No siempre es fácil encontrar un producto de tanta calidad para una tostada como el de La Marina. Un pan suave, ligero, una especie de mollete fino que al tostarlo queda sutilmente crujiente. Paricularmente a mi me gusta acompañarlo con aceite de la tierra unicamente, para este tipo de pan no me gusta demasiado el tomate. Y el top es top: un jamón de bellota, pata negra, seleccionado de las mejores montaneras de Extremadura. Con el café, 3,40€. No es un desayuno para todos los días, pero estamos hablando de un producto gourmet.