Cáceres: la nobleza de un héroe
El 1 de noviembre de 2009 cambió la vida de Fernando Gabriel Cáceres. Un tiro a la altura de su ojo derecho por parte de unos asaltantes que pretendían robarle su coche le dejaba al borde de la muerte. Pasados unos años, el exdefensa argentino sería claro: “si no me para una bala, no me para nadie”.
Y la verdad es que anteriormente a este ataque, a Cáceres no lo paró nadie. Este bonairense llegó a Primera División en 1993 para fichar por el Real Zaragoza, procedente de River Plate. Tres temporadas, 91 partidos y 3 goles en el campeonato nacional, una Copa del Rey y, sobre todo, la Recopa de Europa de 1995, el momento de mayor gloria del club maño. Años después y tras sufrir el disparo de sus asaltantes, el ‘Negro’ era homenajeado en La Romareda.
Cáceres abandonó la capital aragonesa para incorporarse al Valencia. El central argentino, ya por entonces internacional con su país, llegaba al club che en el verano del 95 de la mano de Luis Aragonés. Con el equipo de Mestalla disputó en dos temporadas 51 partidos.
Posteriormente, Fernando Cáceres se mudaría a Vigo para enrolarse en el Celta. El defensa se asentaría en la ciudad gallega durante seis temporadas, siendo uno de los ídolos de Balaídos. No obstante, el zaguero jugó con la celeste 198 partidos y además anotó 3 goles. Solo en la última temporada Cáceres jugó menos de 33 partidos, precisamente la que supuso el descenso a Segunda del cuadro vigués.
El ‘Negro’ pasaría su última temporada en España en la 2003-2004 en Córdoba, en la categoría de plata de nuestro fútbol.
Anticipación, rápido al corte, fuertaleza. Son las características deportivas que demostraba Cáceres sobre el terreno de juego. Pero sobre todo, mucha entrega. Antes y después del incidente que le cambió la vida.