La marca de otro tiempo de Westbrook
No importa que fuera ante unos Lakers de serie B, que en frente no estuvieran ni Lebron, ni Kuzma, ni Ingram, ni Lonzo Ball, no importa que el rival ya lo tenga todo hecho esta temporada, lo de Russell Westbrook es sencillamente de otra época, un doble triple-doble. Un 20/20/21, se ha convertido en el segundo jugador de la historia en conseguir un registro así, y hay que retrotraerse 51 años atrás en el tiempo, a un baloncesto como queda dicho de otra época, Wilt Chamberlain nada menos que en 1968.
Si habrá cambiado el baloncesto en cinco décadas. Y Westbrook lo ha hecho con sólo dos pérdidas, lo que tratándose de él es significativo.
El base de los Oklahoma City Thunder es un jugador especial no cabe duda, un tres en uno porque exhibe capacidad de fuego, capacidad para asistir y capacidad para rebotear. Un jugador enormemente explosivo muy difícil de parar en penetración, sin ser un gran tirador anota desde la media y larga distancia, y gracias a su despliegue físico capaz de llegar al rebote con facilidad, al mismo tiempo que un facilitador porque en su juego hay mucho de descarga al hombre alto o al hombre abierto cuando las defensas vienen sobre él. El jugador franquicia de los Oklahoma City Thunder lidera el ranking de asistencias de la liga con 10.54 por partido por delante de Kyle Lowry, Lebron James o el joven genio Trae Young. Russ vuele a promediar un triple-doble, 23 puntos, 11.1 rebotes y 10.5 aistencias este año. Una barbaridad sin duda. Pero a la vez su balance de pérdidas es muy negativo, 4.5 por partido, el segundo de la liga por detrás de Harden, indicativo de que a pesar de su gran efectividad hay poco cuidado del balón, que sigue siendo su talón de aquiles.
¿Por qué es así? porque Westbrook cumple años y ya ha alcanzado la treintena, pero su juego no ha alcanzado el punto de madurez exigible a una estrella de su nivel. Un jugador total sin duda, espectacular, pero necesitado aún de un punto de madurez en la toma de decisiones. En Westbrook siempre hay un punto de aceleración mental. Westbrook lo hace todo deprisa, la carrera, el salto, el dribling, el pase, el enfadarse, todo. Un genio en permanente ebullición. Pónganle a la capacidad de Westbrook la inteligencia de jugadores como Lebron, Irving o Paul y e resultado podría ser abrumador, podríamos estar hablando del mejor jugador del mundo.
Miremos dónde está Oklahoma City Thunder, acumulan una mala racha y ahora mismo están en el filo de la navaja, octavos del Oeste, en el último lugar que da acceso a los playoffs. Ningún equipo como los Thunder va por oleadas, o está muy bien o está muy mal, y esto es el reflejo de la personalidad de su líder y también no lo olvidemos, del estado de forma de la otra gran estrella, Paul George. Westbrook es muy bueno pero si George no está fino los Thunder no funcionan, es el Kevin Durant de los Thunder, el martillo pilón que golpea a los rivales.
Realmente es difícil encontrar un físico como el del base angelino de los Thunder, pero también podemos concluir que es un derroche de energía aún mal canalizada. Es joven todavía tal y como transcurren las carreras NBA en este momento, Russ puede sentar cabeza podríamos decir, pero eso dependerá de las ganas de ser mejor jugador, de entender mejor variables del juego y saber aplicarlas. Por lo pronto Westbrook ha dejado una marca para la eternidad, un registro de otro tiempo.