Creer en España (II)
Jugarán la final del Mundial los que han elevado a la máxima expresión la palabra equipo sí, pero además quienes han tenido más casta, podemos llamarlo de diferentes maneras. Va a ser una final por agotamiento. ¿Han visto cómo se ha dejado el alma España ante Australia? ¿han visto cómo ha destrozado Argentina a Francia? si, Francia, la que ejecutó al equipo estadounidense y protagonizó la machada del campeonato.
España nos ha regalado uno de los partidos más épicos, emocionantes, emotivos de los últimos años, un partido que recordaremos para siempre. En plena mañana del viernes, con la gente de aquí para allá cada uno en sus cosas, con la radio y Tiempo de Juego de fondo mientras Xuancar y Siro López se desgañitaban, mientras Pilar Casado se emocionaba ante un Rudy Fernández que lo primero que ha hecho ha sido pensar en su hermana y el duro verano que han pasado.
Todo en esta España es emoción. Emoción por reafirmar la palabra familia, emoción por haberse superado durante el campeonato, emoción porque no eran los favoritos y van a jugar la segunda final de la historia de España en un Mundial, porque no empezaron bien y no se encontraban pero ya tienen medalla. Emoción en los líderes porque fueron cuestionados durante mucho tiempo, como si Marc Gasol no fuera campeón de la NBA o como si Ricky Rubio no fuera uno de los mejores bases del mundo y una estrella en la NBA, como si los que llevan mucho tiempo picando piedra y colgándose metal, Rudy o Llull, empezaran de cero (el increíble lo ha vuelto a ser). Emoción entre los que han llegado a ocupar el espacio de los grandes que no estaban o se jubilaron, los Hernangómez, Claver, Oriola o Ribas.
Emoción porque es admirable la unión de esta selección, casi como metáfora de nuestro país, unión de esfuerzos, y sin embargo es menospreciada por mentes pequeñas y retorcidas, odiadores profesionales que destestan lo que no entienden; estos jugadores elevan a la máxima expresión la palabra unión, solidaridad, esfuerzo. Ellos son el ejemplo. Un tipo que viene de ser campeón de la NBA, Marc Gasol, ha sacrificado descanso y verano para estar ahí, y sin haberse encontrado del todo bien en el campeonato, aparecer cuando tenía que aparecer, en el gran partido, 33 puntos , sus tiros libres sin que la muñeca temblara para forzar la prórroga, o en la segunda prórroga. Su conexión con Ricky Rubio. La emoción de un verano muy duro para Rudy Fernández y su familia. Hay momentos en los que una respuesta lo dice todo.
Creer en España, éste es el segundo capítulo, y el tercero será tras la final, independientemente de victoria o derrota. Porque este equipo se ha superado a sí mismo en cada partido, en cada error, en cada jugada, ha tratado de ser mejor, y no ha dejado de creer. Ha tenido que doblar esfuerzo ante la talentosa y guerrera Australia, un equipo capacitado perfectamente para ser finalista con jugadores experimentados de muñeca fácil, como Mills, Dellavedova, Ingles, y duros dentro como Baynes o Bogut, bregados en la mejor liga del mundo; España les ha vencido por agotamiento. En realidad Australia no se ha rendido, sus últimos ataques han sido como los intentos del púgil mareado que se tambalea por alcanzar a su oponente, que está bailando a su alrededor y casi levantando los brazos. Australia no se ha rendido, ha sido derrotada.
España lo ha tenido todo perdido, pero una vez más insistimos, se han vuelto a meter en el partido, pasito a pasito, con la defensa, intentando parar la sangría en el rebote, con la inteligencia de Rudy en la pista para defender, con ese gesto imperturbable de Marc Gasol. Esos tiros libres para forzar la prórroga, o la vida concentrada en el vuelo del balón. En pie: hay un campeón en la sala y se llama Marc Gasol.
Pero el domingo España se enfrenta al peor rival posible visto el campeonato, porque si en un principio podía ser EEUU lo que el parqué ha demostrado es que esta Argentina es un depredador. Es un equipo hambriento, que se come lo que tenga por delante, con el liderato de Campazzo y Scola. El duelo del base con Llull, Rudy o Ribas puede ser tremendo este domingo. Cómo es el deporte, que troncos y hermanos de equipo como Campazzo-Llull-Rudy se van a destrozar en la pista este domingo. Y Scola convertido en mejor jugador ahora que antes. Más delgadito, con un aire diferente peinando canas y lo hace todo bien. Argentina, un equipo que te defiende a tope fuera y dentro y que parece estar en su momento, eso tendrá en frente España.
Dos equipos frente a su espejo, este España-Argentina va a llenar de pelotas el Wukesong Sport Arena de Pekín. Si llega el segundo oro mundial de España, qué casualidad habrá sido que haya tenido que irse a Oriente para colgarse dos títulos mundiales, Japón y China, igualmente si es una plata. ¿Porque ahora quién es favorito? Argentina quizá, porque ha ganado con más solvencia, sin apreturas en el marcador, que una España exhausta por las dos prórrogas. El baloncesto dirá lo que ocurre, pero este equipo ha vuelto a demostrar que había que creer en España, aunque sólo fuera porque se lo han ganado todos estos años.