El antihéroe Butler salva la final de la NBA - Con Basket si hay paraíso

El antihéroe Butler salva la final de la NBA

Un anillo es valioso siempre, pero la grandeza de las victorias se miden por la grandeza de los rivales, y esta final llevaba camino de perderse en la intrascendencia. Cuando los Warriors ganaron a los Cavaliers tuvieron que sudar cada canasta, cuando los Cavs remontaron un 3-1 a los Warriors y Lebron logró junto a Irving su anillo más inalcanzable, la grandeza presidió aquellos anillos.                                                                                                                    Los dos primeros encuentros de ésta la final más insólita de la historia (ya saben por la situación mundial, sin público y en una burbuja), habían dejado cierto aroma de tristeza por la falta de rival que tuvieron en frente los Lakers. Unos meritorios Miami Heat no habían sido capaces de competir. Los Lakers habían sido muy superiores, pero también es cierto que todo lo que podía salirle mal a Miami, le había salido mal: torcedura de tobillo de Butler, lesión de hombro de Adebayo, fascitis plantar de Dragic, que recordaba al pobre Juan Carlos Navarro, nos hacía sufrir. Es cierto que no se puede quitar ningún mérito a los Lakers, porque dos tipos están dispuestos a hacer historia, Lebron y Davis, Rondo les ayuda y en general los Lakers saben para qué han ido a Orlando y son mejores. Pero simplemente el segundo partido tuvieron un rival deprimido, la victoria cómoda dejó una sensación de falta de final.   La NBA perdía su final, el momento más esperado del año, y que además este curso ha costado Dios y ayuda, un gran esfuer1zo organizativo, cuantiosas pérdidas, simplemente la final no se podía perder.                                        Al rescate de la final ha acudido Jimmy Butler, un tipo en permanente reivindicación como combustible para rendir a su mejor nivel. Ha desafiado a Lebron y se ha marcado un partido de los que que hace un jugador franquicia, con un triple-doble de 40 puntos. Y lo que es más increíble para un anotador y el baloncesto de hoy, sin un solo triple tirado, puntos en la pintura y media distancia; posteando con energía incluso a jugadores más altos que él, penetrando o tirando a media distancia, tan en desuso hoy, con un partido de gran energía.                                                 Butler, una apuesta arriesgada de Pat Riley por ese halo de sospecha que le rodea siempre de jugador difícil para los vestuarios. Apostó por él para estos sorprendentes Miami Heat que ha moldeado Spoelstra. Butler, un rebelde con causa aunque sólo él la conozca y que posiblemente hunda su raíz en su difícil supervivencia juvenil, ha sido capaz de devolver la emoción a la final de la NBA, que ahora medirá la capacidad de respuesta tanto de Miami para ver si se lo cree, como de los Lakers para ver si altera a Lebron.  Es poco probable que así sea, pues se halla en una misión sagrada. Ya sabían los Lakers que no estaba hecho, ya lo dijo Kobe en su día, con una final 2-0 el trabajo no está hecho.

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