La puerta está abierta - Excelencia Literaria

La puerta está abierta

Inmaculada Wizner 

Ganadora de la XVI edición

www.excelencialiteraria.com

 

Me has dejado con el corazón roto justo en un momento donde solo tú me salvabas de la soledad.

<<Ya he pasado por esto antes>>, pensé.

Pero no recordaba que doliera tanto, que tú me dolerías tanto.

He puesto tanto esfuerzo en conservarte, que me acabé perdiendo a mí misma. En verdad algo me hacía sospechar que esto iba a pasar, pero me empeñé en demostrarle al destino que se equivocaba. Así, la única que se acabó equivocando fui yo. Además, cometí el error de infravalorarme, de convencerme de que tú eras lo máximo a lo que podía aspirar. ¡Qué equivocada estaba!…

Ahora me doy cuenta de que me merezco mucho más de lo que me has dado. Y es ahí cuando empiezo a entender que en estos momentos solo me necesito a mí misma. Si Dios nos quita a determinadas personas de nuestra vida, es porque Él pone sus ojos en donde nadie más puede ver ni entender: todo pasa por algo, aunque a veces solo sea para aprender. Ahora lo comprendo.

Necesitaba descubrir que merezco alguien que sepa quererme como te he querido a ti. Porque amar no es sufrir. Amar no es buscar excusas. Amar no es un esfuerzo continuo ni una colección de dudas. Amar es aceptar las imperfecciones del otro y trabajar juntos para que encajen con las tuyas.

Y sí, tenías derecho a desenamorarte de mí, pero no a hundirme. Sin embargo, a veces es necesario tocar fondo para poder impulsarnos. Yo también tengo derecho a pasar página, a olvidarte, ya que me has dado más sufrimiento que alegrías.

La puerta está abierta para que te vayas y no vuelvas. Yo lo he dado todo por ti y no lo has sabido valorar. Ha llegado la hora de que sea yo la que empiece a valorarme, porque la realidad es que valgo muchísimo y hasta ahora no lo he sabido ver.

Solo me queda juntar los pedazos de mi corazón, para pegarlos con el mejor amor propio, aunque lo tenga un poco oxidado. Y dejar que Dios ilumine mi camino. Estoy segura de que tengo mucho que ofrecerle al mundo, a pesar de que este no sea mi mejor momento. Pero, ¿qué más da? La vida da mil vueltas. Y si de algo puedo estar segura, es de que las personas buenas acaban triunfando.

El corazón me dice: sé paciente, aprende a estar sola, quiérete mucho y confía en Dios.

De mí para mí.

 

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