La educación en mayúscula: el sistema educativo en Rusia - La llama Viva

La educación en mayúscula: el sistema educativo en Rusia

En marzo de 1988 el Ministro de Educación del Gobierno Soviético, me invitó como presidenta de la Confederación Católica de Padres de Alumnos (CONCAPA) a Rusia, para conocer y analizar las características del sistema de enseñanza ruso y así poder compartir las experiencias educativas de España y la Unión Soviética.

“Nos falta información y conocimiento de la realidad de su sistema educativo, lo que nos hace pensar, le decía en mi carta, que la referencia que tenemos de su país es escasa y equivocada. Consideramos enormemente positivo conocer la realidad de los pueblos, no solo desde el punto de vista de los Gobiernos, sino desde organizaciones sociales intermedias, como la nuestra, que representa alrededor de tres millones de padres de alumnos, lo que sin duda significa un gran sector de la sociedad española”.

En la visita de 7 días a Rusia hay que destacar la que hicimos al Instituto de Pedagogía, a la Academia de Ciencias Pedagógicas, a las escuelas urbanas y rurales, así como a jardines de infancia y centros de educación primaria y secundaria.

La Perestroika para el Sistema Educativo Soviético, suponía la pérdida de contenidos ideológicos en beneficio de la eficacia, diversificación, refuerzo del papel de la familia y buena formación del profesorado; estas eran las notas de la reforma de un sistema que cuenta con 45 millones de alumnos en la enseñanza obligatoria.

Con una visión realista y práctica en la Unión Soviética, se cuenta con la familia para la educación de los hijos más pequeños buscando un equilibrio entre el trabajo de la mujer fuera de casa y su atención a la educación de los hijos.

La educación igualitaria anterior es uno de los aspectos sacrificados por la reforma, para atender las capacidades individuales de los alumnos. La Perestroika en la escuela significa más atención a la persona que al programa, la apertura educativa significa la diversificación de conocimientos. A partir de los 14 años se puede elegir entre 22 especialidades distintas. La familia juega un papel destacado en esta reforma, el Gobierno paga un sueldo a las madres para que puedan quedarse con sus hijos hasta los 18 meses; este plazo se puede ampliar hasta los dos años y medio, si la familia lo solicita. Pudimos comprobar que, sin contar con excesivos medios pedagógicos y con un material muy pobre, los alumnos obtenían muy buenos resultados. La clave de este éxito radica en la importancia que el sistema de educación soviético confiere a la formación de los profesores: después de su preparación universitaria, cargada de contenidos pedagógicos y psicológicos, los profesores tienen la obligación de dedicar varias horas semanales a su reciclaje, cada 5 años tienen que pasar 3 meses estudiando en institutos pedagógicos, el sistema educativo está claramente jerarquizado, la figura del Director del Colegio está muy valorada, su sueldo puede hasta triplicar el salario normal de un maestro, para llegar a este puesto se exige entre otras cosas capacidad organizativa y de trabajo.

Resulta muy difícil encontrar las palabras justas para transmitir toda la experiencia acumulada en los días que pasamos en la Unión Soviética. La idea del viaje surgió al estudiar el proyecto de reforma de la enseñanza del Partido Socialista.

Resultaba sobrecogedor pensar que estábamos a punto de aterrizar en un país que ocupa millones de kilómetros cuadrados, una 6ª parte de la tierra, 10.000 kilómetros de este a oeste, 5000 de norte a sur, 15 repúblicas federadas, 20 autonomías, 8 regiones, 10 comarcas, 29 territorios, etnias y naciones con sus diferentes formas de entender la vida.

Por supuesto que en el corto espacio de una semana resulta muy difícil tener elementos de juicio exactos sobre la realidad de un país tan complejo, con cuarenta millones de alumnos en la escuela, pero la información que hemos recogido a través de nuestra propia experiencia es interesante y significativa.

Además, en Rusia no son necesarias las palabras para comunicarte. Te comunicas a través del aire, por donde te llegan los pensamientos. Las cosas también se transmiten por cordialidad. Una mirada, un gesto, lo que no se llega a decir, pero se presiente; la forma como se dice, la simpatía de la gente, la sensibilidad en los detalles, el afecto, el cuidado en el trato, la delicadeza para ofrecerte una situación confortable en medio de la austeridad de vida más absoluta, son, sin duda, los grandes valores del pueblo ruso.

Jamás olvidaré los regalos de las niña de la Escuela 82, con sus uniformes blancos y sus pañoletas rojas, cuando nos preguntaban: “¿Le gusta Moscú? ¿Verdad que es bonito? ¿Cómo es España?…“. Ni la visita al Combinado de la ciudad de Vilnius, donde van los niños a partir de los diez años, dos horas por semana, para inculcarles el amor al trabajo manejando las máquinas y las niñas para aprender bolillos, hacer encaje, corte y confección….

Nunca olvidaré a las profesoras que conocimos, su entrega, su vocación, su alegría, el orden en los colegios y los resultados a pesar de los medios escasos de que disponen….

Ni a Regina Kepallene cuando me preguntaba: “¿Qué colores están de moda en España?”. Ni el impresionante Metro de Moscú, con sus mármoles y estatuas de bronce, por donde pasan cientos de miles de personas y no se ve ni un solo papel tirado en el suelo. Nunca olvidaré a mi pequeña amiga Anastasia, que me hizo un dibujo: “Para que lo guarde siempre”. Ni a las novias

de la Plaza Roja dejando su ramo al soldado desconocido. Ni el té reconfortante del ferrocarril. Ni el impresionante cambio de guardia en el Kremlin. Ni a los hombres mayores que llevan sus chaquetas llenas de condecoraciones, ni la belleza única de la catedral de San Basilio.

Lo que hemos visto es inexportable. Una especie de mística casi religiosa presidida por la imagen de Lenin, y bajo su mirada impenetrable, el corazón caliente de un pueblo que en plena época del deshielo vuelve a peregrinar en busca de sus raíces.

La Perestroika no renuncia al socialismo. Dice el mismo Gorbachov que: “se confunden quienes crean o abriguen la esperanza de que la democracia o la renovación lleven a un cambio de régimen social y político en la Unión Soviética. El pueblo ruso debe conservar lo que tiene bueno, que es mucho, y recuperar lo que falta, que también es mucho. No pasará demasiado tiempo sin que este gran país, trabajador, austero y generoso, sirva de ejemplo al mundo occidental, que está dilapidando muchos de sus bienes espirituales…”.

En ese momento en España, el Partido Socialista con el Ministro de Educación José María Maravall, proponía incluir el ciclo de 0 a 3 años dentro del sistema educativo….

¿Qué nueva reforma estará pensando ahora presentar en España la ministra Celaá?….

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