La actriz Carolina Calema brilla en la sala Arapiles 16 con su nítida reflexión ‘Querella de Lope y las mujeres’, dirigida con sabiduría por el actor Ernesto Arias
¡Mis queridos palomiteros! Carolina Calema brilla en Arapiles 16 con ‘Querella de Lope y las mujeres’. La intérprete, autora y dramaturga, da voz a uno de los poetas y dramaturgos más importantes del Siglo de Oro español. Y se enfrenta al citado maestro Lope de Vega, con pasión y determinación, con dulzura y sentimiento, con amor y desesperanza, con riesgo e incertidumbre, pero, sobre todo, con gran talento.
De hecho, muchas de las mujeres de sus obras, a las que sólo ella da vida, se rebelan al ser interpeladas, y al verse comparadas con las mujeres de hoy día todo salta por los aires, principalmente a través de sus versos. Si bien es cierto que hoy día no se puede hacer un juicio justo entre ambas.
Así las cosas, Calema hace hablar a Laura, la vengadora de las mujeres; y a Fenisa, la buscona; y a Aurora, la bella ninfa; y a la villana; y a la boba; y a Laurencia… Y entonces descubre que Lope amó a las mujeres; mucho más: Lope se retrató en sus mujeres para lo bueno, tantas veces valientes; y para lo malo, otras tantas rendidas. Y, tal vez, si entendiera más a la idea de la mujer en su sentido lato, más que al tiempo de Lope, es posible que él gane la querella; y si él gana, las mujeres ganan, porque entonces podrán seguir representando a sus mujeres en toda su grandeza.
Carolina Calema brilla en Arapiles 16 con ‘Querella de Lope y las mujeres’
En este sentido, hay que puntualizar que la propuesta dramática se encuentra sostenida en una dualidad permanente, como mínimo, donde la actriz se enfrenta a su autor, al que a veces justifica, o con el que, otras veces, revienta.
Para ello, en los 70 minutos en los que transcurre la fresca función, Calema realiza un imponente trabajo actoral, tanto físico como intelectual, en el que además recita a Lope de Vega y a sus trabajos, en al menos seis obras punteras. Resulta admirable recibir tantos retales de sabiduría, que ha tenido que encajar la escritora del libreto, Yolanda Pallín, así como su puesta en escena y otros ajustes, a cargo del actor, en este caso metido a director, Ernesto Arias, con suficiente tiento y sensibilidad.
Para empezar, emplea un diseño escenográfico eficaz, vistoso, luminoso y funcional, pero sin darle facilidades al espectador a que pueda deleitarse con él con la sana intención de que embellezca la escena, al estilo de la época en la que se inserta el drama, pero donde deja bien claro que la voz y el dinámico trabajo de Calema sea lo que realmente centre el discurso ético, estético, de fuerte personalidad, hondo en su tratamiento y hasta visceral muchas veces.
Calema realiza un imponente trabajo actoral, tanto físico como intelectual, en el que además recita a Lope de Vega y a sus trabajos, en al menos seis obras punteras
Por ello, sólo una actriz camaleónica puede hacerse con las riendas de esta propuesta única, gracias a un impecable trabajo de transformación, donde rezuma cultura por doquier, y la cultura del autor, de sus versos, de sus palabras, y de su mensaje demoledor, que favorecen un inherente acercamiento a Lope.
Es decir, el trío de ases integrado por Carolina Calema, Ernesto Arias y Yolanda Pallín ha conseguido simplificar la densísima obra de Lope y trasladarla a la escena con sencillez, que llega perfectamente a todos los públicos, y que, sin duda, la propuesta deberían tenerla en cuenta profesores y alumnos, porque es el ejemplo de vivo de una comunicación directa y suficiente, incapaz de dejar a nadie indiferente. No es una cuestión de piel. Es una cuestión de mirar en la profundidad del alma humana, de detenerse en sus matices, en definitiva, de sensibilidad.
El trío de ases integrado por Carolina Calema, Ernesto Arias y Yolanda Pallín ha conseguido simplificar la densísima obra de Lope y trasladarla a la escena con sencillez
Por ello, resultaría muy útil la publicación del texto servido para deleite de todo el respetable, que no queda exento de acudir al teatro para certificar el aprecio por las artes escénicas. O de por qué al teatro se le llama teatro. O dicho de otro modo: no se trata tanto de entender, como de no entender, porque Querella de Lope y las mujeres va más allá de la concepción puramente teatral, donde se da la convivencia entre una actriz y un autor al que interpela. No.
Dado que no se trata de entender para que la obra llegue al espectador, se trata de que llegue. ¡Y vaya si llega! Vaya por delante, valga la redundancia, por todo lo expuesto, que no se trata de una obra de teatro feminista, más allá de reivindicar lo que Lope de Vega comunicaba sobre las mujeres en sus obras.
La propuesta deberían tenerla en cuenta profesores y alumnos, porque es el ejemplo de vivo de una comunicación directa y suficiente, incapaz de dejar a nadie indiferente
Finalmente, y en síntesis, podemos concluir que en en la bella Querella de Lope y las mujeres se habla del tiempo que altera la mirada sobre las cosas, y… lo convierte todo en ceniza. Como, por ejemplo, algunos de los valores que, inevitablemente, transmiten las obras de Lope.
Posiblemente eran muy avanzados para la época en la que fueron escritas, pero no podían dejar de estar enmarcados en el orden social de entonces, que ahora quedarían obsoletos. El tiempo es el que no dejará de pasar, y nos hará revisar la mirada sobre la sociedad, sobre la mujer y el hombre, sobre el teatro.
Y os voy a hacer un ruego: a este equipo de artistas, de cuya producción general responde Calema Producciones, hay que seguirle la pista. ¡Ya me diréis!