‘Del cine mudo a los videojuegos’: La editorial Letradepalo acoge diez ensayos que sintetizan con lucidez el feliz maridaje entre la música y el séptimo arte
¡Mis queridos palomiteros! ‘Del cine mudo a los videojuegos’: Lúcido ensayo musical en Letradepalo. Ya está en las estanterías uno de los mejores trabajos de divulgación existentes sobre la creación sonora en el audiovisual, de la que son responsables los editores Jordi Roquer, Daniel Torras y Lidia López. Se trata de una selecta colección de escritos sobre la evolución del formato musical -en su vertiente tecnológica- y su relación con el cine y otros medios audiovisuales.
Desde el inicio del cine, la creación sonora para la imagen se fue adaptando a las novedades técnicas que surgieron sin pausa a lo largo de todo el siglo XX. En la actualidad, nuevas tendencias audiovisuales como los videojuegos o las plataformas de streaming, vuelven a ser un campo de experimentación de nuevos discursos audiovisuales.
‘Del cine mudo a los videojuegos’: Lúcido ensayo musical en Letradepalo
Este libro, que cuenta con el apoyo de la Sociedad Española de Musicología (SEDEM), se configura como una compilación de trabajos académicos que estudian la creación audiovisual en diferentes puntos cronológicos y desde distintas perspectivas.
Así las cosas, en esta publicación se comentan los recursos para los músicos que acompañaban películas en directo; la gran influencia del tema Ramona; la figura del artista en la recuperación de la memoria histórica; la idoneidad del jazz como música cinematográfica.
O la significación de Clair de Lune de Claude Debussy, la transmediación de las novelas de Ignasi Agustí; el rol de la música en el arquetipo de la Femme Fatale; la función de la música en la serie Tremé y en los spots publicitarios de la ONG Open Arms, y la importancia de la banda sonora en el videojuego Dead Space. Un recorrido, pues, del cine mudo a los videojuegos, bien armado y razonado.
Además, llama la atención gratamente cómo el volumen sabe vehicular, por un lado, lo puramente concerniente a las relaciones tan atractivas que se dan entre música y cine, sin que el ensayo pierda su esencia. Desde la música se atreve con todo.
En esta publicación se comentan los recursos para los músicos que acompañaban películas en directo
Y, en este sentido, llegamos a la parte más representativa de Del cine mudo a los videojuegos. Y es esa facilidad con la que el libro progresivamente va abriendo una ventana al séptimo arte con tiento, a modo de guía. Ello incluye, naturalmente, páginas con escritura musical, suficiente, no eminentemente didáctica, que da espacio y contexto al entramado narrativo. Algo que se agradece, especialmente, para clarificar conceptos.
¿Que si es un libro para todos los públicos? Lo es. Lo raro sería que con estos mimbres no hubiese logrado conectar con el espectador. Pero lo hace, valga la paradoja, por la armonía que destilan cada uno de sus textos y el modo con que se muestran en el libro. Todo ello facilita que el estudio se siga con interés, a lo que ayuda la sencillez expositiva de cada uno de sus autores.
Nos han regalado un trabajo editorial tan completo y necesario; tan bien contrastado como bien escrito
De esta manera, no queda otra que poner nombre y apellido a quienes, con su sabiduría y esfuerzo, nos han regalado un trabajo editorial tan completo y necesario; tan bien contrastado como bien escrito.
Los especialistas y artífices del afinado acabado son Jorge Gil Zulueta, Alicia García Medina, Javier Rivas Rodríguez, Vicens Martín Piquer, Gemma María Salas Villar, Alicia Daufí Muñoz, Laia Queralt Martí, José Sánchez Sanz, Ángel Monasterio, Joaquín Ródenas y José Luis Centeno Osorio.
Estamos, pues, ante un espléndido volumen que expresa con claridad meridiana las muchas virtudes que comparten música y cine, y que dan sentido y unidad a una de las obras literarias más representativas de los últimos años. Es más, tal vez Del cine mudo a los videojuegos sea un regalo ideal tanto para amantes del cine, como de la música o el aprecio por la cultura. Que es eso que si lo consumimos cada día nos engrandece el espíritu.