Mini fashion victims
La culpa siempre es de los padres. A veces por consentir a los hijos, a veces por pasarles material genético defectuoso y otras simplemente, por ser unos descerebrados. En los últimos días, he leído un par de noticias perturbadoras en cuanto a tendencias para niños. Y no tiene nada que ver con los tacones de Suri Cruise.
La primera, que la firma Abercrombie & Fitch ha elaborado tops de bikini con relleno, para niñas de siete años. No me extraña que en EEUU las chicas de 16 años le pidan una operación de pecho a Papá Noel. ¿Lo más triste? No es una novedad. El año pasado, la marca británica Primark los comercializó, pero tuvo que retirarlos por presión de la opinión pública inglesa.
La segunda noticia, es que la cadena de almacenes estadounidenses Wall Mart vende una línea de cosmética específica para niñas de ocho a doce años. Se llama geoGirl y ayudará a combatir el envejecimiento de la piel… como lo oyen. Pero hay más…
Fotos de niñas que compiten en concursos de belleza en EEUU. Normalmente están maquilladas (y apoyadas) por sus madres ultra competitivas que se creen que tienen una Barbie de carne y hueso para jugar.
La tercera noticia, según The Sun, es que una madre ha declarado que le inyecta botox a su hija de ocho años, para prevenir la aparición de arrugas en un futuro. Según explica el diario sensacionalista, esta sería la última moda entre las niñas que compiten en concursos de belleza. Si no tienen náuseas todavía, sigan leyendo, y tengan el Primperán a mano. La última parte del ritual de belleza, incluye el depilarles las piernas para quitar ese vello rubio superfluo, además de la zona del pubis, para así retrasar el crecimiento del pelo en esa zona.
Y yo que pensaba que la pequeña Suri Cruise tenía problemas. Al final, el que se vista sola y salga a la calle en pijama si se le antoja, es el menor de los males de las niñas de hoy en día.