Alfombra roja: causa y efecto
En Hollywood nada es casualidad. Los americanos son los reyes de la ‘causalidad’, o lo que es lo mismo: el hacer algo controlado para provocar una serie de eventos que lleven a un efecto deseado. En concreto, las actrices que acuden a la alfombra roja lo hacen vestidas muy a conciencia. Sus looks están estudiados al milímetro para que los directores de castings las consideren para uno u otro papel en sus futuros proyectos cinematográficos.
Los eventos como los Globos de Oro son una forma de venderse, no solo al público, sino a los pesos pesados de la industria del cine. Y si no me creen, existe un famoso ejemplo de cómo una ‘celebrity’ se vendió para ganarse el papel de un personaje en una película. Madonna grabó su video ‘Take a Bow‘ y se lo mandó al director de ‘Evita’ para que la considerara como su protagonista. Y funcionó.
A continuación desvelamos lo que pensaban las actrices al lucir sus modelos en la alfombra roja el día de los Globos de Oro.
A Amanda Peet alguien le ha contado que van a hacer una reedición de ‘La casa de la pradera‘ y quiere que la fichen como actriz principal. Lo va a tener difícil porque Connie Britton, parece querer el mismo papel. Ha preferido parecer una más de la familia Ingalls a ir adecuadamente vestida para la alfombra roja.
La pequeña Ariel Winter ha recibido un chivatazo de un nuevo proyecto de ‘Willy Wonka y la fábrica de chocolate’ y se ha mimetizado con un Oompa Loompa.
Después hay varias actrices que se han emocionado con la temática de ‘ciencia ficción’. Para hacer el vestido de Salma Hayek de Gucci, su diseñadora, Frida Giannini ha desarmado un robot C-3PO de ‘La guerra de las galaxias‘… ¿Salma aspirará a formar parte de un nuevo batallón intergaláctico de George Lucas? Lo mismo ha pasado con Diana Agron de ‘Glee’, que parece un pariente lejano de un Lord Sith, pero en color rojo. Su compañera de reparto Lea Michelle y Evan Rachel Wood van para replicantes, la segunda con escamas a lo lagarta de ‘V‘ y todo. Para rematar Kelly Osbourne y Tilda Swinton dirigirán la nave hollywoodiense fruto de la imaginación de estas chicas, con sus uniformes azules de hombros exagerados que no estarían fuera de lugar en la nave Enterprise.
Jessica Biel no creemos que aspirase a ninguna papel, solo recordarle al mundo que después de ser la eterna novia de Justin Timberlake, por fin se casa… por eso está probando vestidos de novia. Y Nicole Kidman, la más altruista de todas, ha optado por ayudar a los artistas del museo de cera de Madame Tussauds, acudiendo como su propia estatua de cera.
Para terminar, la pobre Mila Kunis, con cara de pocos amigos, que parece pensar que igual no era tan buena idea firmar como imagen de Dior, si todos los vestidos van a ser como el que le han prestado (y odiando a Charlize Theron por haber podido elegir primero).