Todas hemos hecho un «selfie» frente a un espejo
Las redes sociales nos están obligando a ampliar nuestro vocabulario con palabras importadas de otros idiomas o directamente inventadas. Toda persona asidua a Instagram se ha hecho, en algúnñ momento de su aventura virtual, lo que se denomina como «selfie», sin saberlo.
Lo hacen las famosas, lo hacen las no famosas, lo hacen las adolescentes y las treintañeras. Es muy simple. Un «selfie» es una autofoto con el móvil. La manera tradicional de hacerla es frente a un espejo, enfocando nuestro reflejo. Entre los trucos para que salga bien: quitar el flash (va por tí Kim Kardashian) y hacerla un poco inclinada, lo cual nos hará más altas.
Ahora bien. Hacer «selfies» es todo un arte. Hay gente que se tapa la cara con el móvil o gente que lo coloca de forma estratégica para que no tape ninguna parte de su look. Existen «selfies» que enseñan el estilismo entero (muy de ego-blogger de moda), que se centran en alguna parte del conjunto o incluso del rostro (más de bloguera de belleza).
Los «selfies» se dividen en dos categorías. La primera, es la de las blogueras al uso, aquellas que se lo creen. Esas que «viven de su blog» y autoretratan sus looks a diario, por falta de ayuda de un novio fotógrafo. La segunda, son aquellas blogueras como Leandra Medine (en la foto) de Man Repeller, que se ríen de la condición de blogger y postean de forma irónica. Fan de la segunda. Y punto.