La Harry-manía llega a USA
Y cuando hablamos de Harry-manía nos referimos al Príncipe Harry, no a Harry Potter. Para ponernos en situación, y para los que no lo sepan, cuando yo vivía en Londres, recuerdo que las chicas más jóvenes se comunicaban por SMS con un código secreto, para alertar a las demás, de los movimientos nocturnos del Príncipe William. Todo esto, con la esperanza de ir a la discoteca en la que estaba y poder conocerle.
Desde que William está felizmente casado con Kate Middleton, solo nos queda Harry. Y mientras en Europa parece que estamos bastante acostumbrados a coexistir con miembros de la realeza, en EEUU, donde lo Príncipes y Princesas solo existen en las novelas, los de carne y hueso se elevan a estatus de estrella del rock.
Para ser justos, de todos los «royals» que han pisado suelo americano, solo Harry es aclamado por fans. En su reciente visita a los Estates (su «US tour» o turné americana), Harry fue recibido por adolescentes que parecían Beliebers histéricas. Si los demás príncipes europeos son más «soft rock» o incluso música de hilo musical, Harry es «hard rock».
Deducimos que las chicas norteamericanas que le adoran, lo hacen por su juventud, porque todos saben las fiestas a lo «rockstar» que «se pega», y porque acostumbradas a leer sobre realeza en sus novelas, todas quieren ser la nueva Grace Kelly.