Dutuel: 2 años en el Celta para toda una vida
En la temporada 96/97, junto a Mazinho, Mostovoi, Ratkovic, Gudelj, Eusebio o Revivo, llegaron al Celta dos franceses: Dutruel y Dutuel. A pesar de parecer un dúo cómico, ambos hicieron carrera (mayor o menor, pero de relativa importancia) en Vigo y en Primera. Y de hecho, de ellos dos, fue al segundo al que más le caló la ciudad gallega, aunque solo jugara en el club celeste dos temporadas.
Daniel Dutuel llegó a Balaídos tras labrarse una buena carrera en la Ligue 1 francesa. Debutó en el Auxerre del mítico Guy Roux, compartiendo vestuario con Cantona. Después pasó por el Olympique de Marsella y durante dos años vestiría la camiseta de un Girondins de Burdeos que llegó a la final de la Copa de la UEFA de 1996, en la que cayó ante el Bayern de Munich en ida y vuelta (2-0 y 1-3). Dutuel marcó el único gol (vídeo) de un equipo que contaba con Zidane, Lizarazu o Dugarry.
Tras ese subcampeonato, Dutuel fichó por el Celta de Fernando Castro Santos. El mediocampista francés fue titular en 24 partidos y participó en otros 8 desde el banquillo. Además, anotó el único tanto que haría en la liga española en un Celta 4-0 Logroñés.
En su segunda temporada en Vigo, Dutuel tendría menos protagonismo con la llegada de Javier Irureta al banquillo del Celta. Solo disputó 12 partidos en la 97/98 (4 como titular), aunque el jugador galo asegura guardar buen recuerdo de ese año al clasificarse con para la UEFA.
En el verano de 1997, Dutuel, con 31 años, cambia el Celta por el Real Valladolid, en busca de más minutos de juego. Sin embargo, Sergio Kresic solo cuenta con él en 10 partidos en la competición nacional.
El centrocampista francés juega sus últimos años de carrera futbolística en el Bellinzona suizo y en el histórico Racing de París, antes de retirarse en el verano de 2001.
La relación de Dutuel con Vigo no acabó en 1997, sin embargo. El jugador francés reconoció que no sabía nada sobre esta ciudad antes de llegar, aparte de que era un puerto de pesca. Pero cuando acabó su carrera, su mujer y sus hijas echaron raíces en la ciudad pontevedresa. El francés comenzó a trabajar en una correduría de seguros en París, pero su casa y su gente están en Galicia.