Madrid - Publicado el - Actualizado
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Las prisas por abrir el nuevo hospital de la Serranía de Ronda hicieron que se abriera el pasado mes de enero sin acabar. Meses después de la visita de Susana Díaz para darlo por inaugurado, pese a que estaba sin terminar, y que la Junta de Andalucía haya proclamado que ya está «a pleno rendimiento», las deficiencias llevan a situaciones que, en ocasiones, se convierten en inauditas. La última denunciada por la plataforma de profesionales y ciudadanos «Nuevo Hospital de la Serranía ¡Ya!» es que los traslados dentro del propio centro sanitario deben hacerse por el exterior y en ambulancia, ya que el centro carece un ascensor con capacidad para las camas que conecte la planta baja con el resto de pisos del centro hospitalario.
En la planta baja se alojan atención al ciudadano, numerosas consultas externas y hemodiálisis. En la primera planta están laboratorio, radiología y urgencias. Ambos niveles se comunican mediante ascensores, escalera convencional y una escalera eléctrica. Sin embargo, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) olvidó colocar un ascensor con capacidad suficiente para trasladar pacientes encamados. Esto provoca que para pasar pacientes de la primera a la planta baja haya que salir al exterior —todos los niveles, salvo el último, tienen acceso directo al exterior—. En el caso de pacientes que no puedan moverse ese traslado se hace en una ambulancia, que los recoge en una puerta y los suelta en otra, a sólo unos metros de distancia.