Los envidiables permisos de maternidad y paternidad que se conceden en Europa

España espera llegar en 2021 a 112 días intransferibles de baja mientras Austria ofrece hasta 3 años al padre y 112 días a la madre

Los envidiables permisos de maternidad y paternidad en Europa

Marcelino Abad

Publicado el - Actualizado

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Que todos los padres y madres dispongan de 16 semanas intransferibles y remuneradas al 100% para dedicarse al cuidado de los hijos en caso de nacimiento, adopción o acogida fue el primer paso que el Congreso de los Diputados dio para equiparar el papel de hombres y mujeres en su cuidado. Todos los grupos de la Cámara Baja, sin excepción, dieron su apoyo el pasado 26 de junio a una medida que, como reivindican desde la Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles de Nacimiento y Adopción (PPiiNA), busca también acabar con la “discriminación” a la que se ven sometidas las mujeres “en la contratación y promoción profesional”.

Aunque a día de hoy existen dudas de que la Seguridad Social pueda asumir la equiparación, pues según cálculos de la PPiiNA supondría un desembolso adicional de 1.200 millones de euros, la situación de España contrasta con la de otros países del entorno europeo.

LOS PERMISOS DE MATERNIDAD EN EUROPA

Así, Suecia y Croacia disponen de los permisos de maternidad más largos de Europa, con 480 y 410 días respectivamente que se reparten obligatoriamente entre la madre y el padre, según datos recogidos por Europa Press. Le siguen Reino Unido y Albania, donde las madres tienen 365 días, Noruega con 315 y Macedonia con 273. Por el contrario, son  Alemania con 98 e Islandia con 90 -donde los permisos por maternidad y paternidad están equiparados- los países con menos días de baja por maternidad.

Con la aprobación de la proposición de ley, el número de días de permiso en España ascenderá en 2021 a 112 tanto para madres como para padres.  A día de hoy, la baja por maternidad de las españolas consta de 16 semanas -112 días-  que se deben disfrutar ininterrumpidamente, si bien la ley permite que la madre ceda hasta un máximo de diez al padre, siempre y cuando haga uso de las seis primeras semanas posteriores al parto. 

EN AUSTRIA, 3 AÑOS PARA EL PADRE Y 112 DÍAS PARA LA MADRE

Donde las diferencias son más patentes es en el caso de los permisos de paternidad, pues mientras que Noruega y Eslovenia, por ejemplo, dan una licencia a los padres de hasta 112 y 90 días respectivamente, en Francia, Estonia y Portugal los permisos de paternidad se reducen a 14 días, que son 10 en el caso de Bélgica. Peor es la situación de Suiza, Rumanía, Irlanda o República Checa, entre otros,  donde los padres no disponen de ningún día de baja. Mención especial merece Austria, que ofrece más días al padre que a la madre -ellos optan a 365 días (mínimo) y pueden ampliarlo hasta tres años; ellas, a 112 días-.

Desde el 1 de enero de 2017 en España el permiso de paternidad ha pasado de 2 a 4 semanas, situándose en a fecha de julio de 2018 -35 dís-. La intención del PSOE y Podemos, pendiente de la aprobación de los Presupuestos del año próximo, es llegar a 16 semanas -112 días- iguales e intransferibles para madres y padres en 2021. Según el acuerdo alcanzado este jueves, en 2019 los permisos de paternidad subirán a 8 semanas, en 2020 a 12 y en 2021 a 16, completando así la equiparación con la baja de maternidad.

LA RETRIBUCIÓN DURANTE LOS PERMISOS

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala en el informe “La maternidad y la paternidad en el trabajo” (2014) que los permisos de paternidad y maternidad son remunerados en casi el 90% de los casos. En Croacia o España, por ejemplo, la madre tiene derecho al 100% del sueldo, mientras que en Reino Unido la baja es retribuida con el 90% del salario solo durante las seis primeras semanas.

Como señala la OIT en su informe de 2014, “los padres que hacen uso de la licencia, en especial los que toman dos semanas o más inmediatamente después del parto, tienen más probabilidades de interactuar con sus hijos/as pequeños/ as. Ello puede tener efectos positivos sobre la igualdad de género en el hogar y en el trabajo, y ser indicio de cambios en las relaciones y en la percepción de los roles de los progenitores”.