"Me miro en el espejo y no me veo enferma de cáncer de pulmón"
Cintia es una de los más de 26.000 nuevos pacientes de cáncer de pulmón diagnosticados este último año
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Entramos con Cintia en la consulta del doctor Javier de Castro en el Hospital la Paz. Tiene 26 años, y desde julio está en tratamiento por un cáncer de pulmón. Entra nerviosa y no es por la entrevista, ella es periodista. Sabe que el doctor tiene en el ordenador los resultados de su última prueba que determinarán si la operación para retirarle el tumor del pulmón ha salido bien. Para conocer los resultados tendrá que esperar a que terminemos la entrevista.
Cintia pertenece a la generación del “loquiero-lotengo”. Reconoce que por su juventud está acostumbrada a tener cualquier dato de forma inmediata. Desde el mes de julio lucha contra un cáncer de pulmón que le está dando una lección de vida. “Estoy aprendiendo a esperar, ¡dos meses para conocer un resultado!, no podía creerlo…es lo que hay”. Recién terminada la carrera, Cintia intentaba abrirse un hueco en el periodismo, tenía trabajo, no ha fumado nunca y de repente apareció una tos persistente con un poco de sangre. Le dijo a su jefa que iba al otorrino y que volvería un par de horas después. Dejó todo abierto, ordenador, papeles, imágenes por editar, pero no volvió se quedó ingresada. Desde entonces sabe lo que es luchar.
“Me siento muy afortunada con este tratamiento que recibo, y sobre todo por la respuesta que está dando mi cuerpo a ello, actualmente sigo con la pastilla y seguiré durante bastante tiempo”. Cintia se parte de risa diciendo esto, hace un momento lloraba al acordarse de cómo lo encajó “es muy duro…de repente tu vida con 26 años se para”.
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Parece que la vida se ha empeñado en ponerle obstáculos a esta joven luchadora, y lo que no sabe es que lleva en su ADN saltar y rematar como pocos. Su novio de 32 años pasaba hace año y medio también por un cáncer: “Esto quieras o no te une mucho más cuando pasas algo tan duro, nadie mejor que él me va a comprender porque casualmente ha pasado los mismos miedos y las mismas sensaciones que yo”.
Cintia lo tiene claro: “Yo me agarro a todo lo bueno y aunque he tenido mucho miedo voy a luchar a muerte para salir de esta…pero es verdad que tengo miedo”.
El cáncer de pulmón intenta abrirse caprichoso hueco por su cuerpo. La radioterapia ha conseguido parar un foco en su sacroiliaco. Y hace tan solo dos meses le han operado del pulmón para quitarle pequeños restos de un tumor controlado con una sola pastilla. Son los nuevos tratamientos personalizados.
Tratamientos personalizados para una buena calidad de vida
En los últimos años la investigación sobre el cáncer ha permitido avanzar más rápido que en todo el último siglo para generar nuevos tratamientos, lo que se denomina terapias dirigidas. “Hemos aprendido a poder identificar el tipo de cáncer, antes se trataba con una visión al microscopio estándar, a todos los pacientes por igual y ahora podemos poner los apellidos al tumor y lo que es más, poner un tratamiento individualizado a cada paciente.” El doctor Javier de Castro es oncólogo, especialista en pulmón, por su consulta en el Hospital La Paz cada día pasan decenas de los más de veintiocho mil nuevos cáncer de pulmón que cada año surgen en España. Las cifras no dejan duda: las muertes por cáncer de pulmón en mujeres se triplican en los últimos veinte años. En 2016 fallecieron 4.557 mujeres por este tipo de cáncer asociado al tabaco. En el caso de Cintia pertenece a un 30% de pacientes que lo desarrollan por una mutación genética. España está a la cabeza del diagnóstico de cáncer en Europa y como dice el Doctor de Castro “si hay un buen diagnóstico habrá un buen tratamiento y la esperanza y calidad de vida será mayor”.
Los tratamientos personalizados que normalmente evitan la quimioterapia consisten en un solo medicamento, una pastilla que se puede tomar en cualquier momento del día y que te permite llevar una vida mejor que alguien que tenga un tratamiento abrasivo con quimioterapia. “Hablamos de un concepto de diana, el tumor tiene muchas alteraciones genéticas, pero en algunos pacientes se produce una mutación que es la que realmente es la pieza clave para el desarrollo del cáncer, y si somos capaces de dar en ella será importante para la vida del paciente”.
El doctor explica que la forma de acción de estos fármacos es el bloqueo de la proteína del mecanismo de acción que esta activando esta mutación genética, algo que se puede interrumpir con una sola pastilla al día, lo que parecía ciencia y ficción hace unos años. “En otros casos se trata a través de anticuerpos específicos, una especie de vacunas que bloquean desde el exterior de la célula”. Esto es la inmunología,“Mediante una serie de fármacos podemos activar el sistema inmunológico y ponerlo a trabajar contra el cáncer. Podemos desenmascarar las células malas y hacer que sean reconocidas y por lo tanto atacadas y eliminadas”.
Cintia estaba muy preocupada por las marcas del cáncer en su aspecto “Le preguntaba a Javier si me iba a quedar calva, ya sé que es una tontería pero psicológicamente me afectaba, y ahora me miro en el espejo y no me veo enferma. Me acabo de tomar la medicación en el coche...” Un tratamiento así permite al paciente recuperar su vida de una manera más rápida y con menos efectos secundarios. Los médicos además con esta terapia conducida puede prever los efectos secundarios y avisar al paciente.
Cintia está deseando que cerremos el micro y nada más hacerlo, le pregunta al doctor
“¿No estarán mis resultados por ahí y me puedes decir algo antes de la consulta de la semana que viene?” Dos meses esperando es mucho tiempo. El doctor de Castro mete los datos de Cintia Díaz-Miguel en el ordenador y sale su prueba: “Mira, a la izquierda era antes de la operación y a la derecha como está ahora....umm no veo nada escandaloso, no veo que haya algo mal, lo que veo está dentro de la normalidad”. Cintia sonríe, su espada de Damocles pesa ahora un poco menos.