MUSEO TRAGEDIA

Un museo aflora tras 65 años la tragedia que mató a 144 personas en Ribadelago (Zamora)

Alberto Ferreras

Agencia EFE

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Alberto Ferreras

Supervivientes de la tragedia que hace ahora 65 años acabó con la vida de 144 vecinos de Ribadelago (Zamora) por la rotura de una presa que anegó el pueblo han visto un acto de justicia en la apertura este miércoles de un Museo de la Memoria que recuerda esa catástrofe.

La Asociación Hijos de Ribadelago, que lucha por mantener en el memoria colectiva aquel suceso ocurrido el 9 de enero de 1959, tiene entre sus integrantes a unas ochenta personas mayores que vivieron en primera persona aquella tragedia.

A partir de ahora, todo el que se acerque al Lago de Sanabria podrá también hacerse una idea de lo que pasó aquella fatídica madrugada a través de un centenar de fotografías de al época, algunas de ellas de la Agencia EFE, recortes de periódicos, vídeos del Nodo y paneles informativos.

El presidente de la Asociación Hijos de Ribadelago, Agustín Puente, ha declarado que la apertura del Museo de la Memoria supone para los supervivientes de aquella tragedia "un descanso total" ya que es algo que llevan persiguiendo 65 años y que se prometió hace ahora quince en el cincuentenario de la catástrofe.

Puente ha declarado a EFE que en la catástrofe fallecieron 144 personas "pero los que quedamos, quedamos marcados para toda la vida" y él, que entonces tenía siete años, aún recuerda lo que pasó y hasta morirse no perderá "ni un hilo" de lo vivido aquella noche.

El testimonio de la cartera

Igualmente mantiene intacto el recuerdo a sus 84 años Eloína Fernández, conocida como 'la cartera de Ribadelago', que perdió a sus padres y a dos hermanos la madrugada en la que el pueblo fue anegado por una riada de ocho millones de metros cúbicos de agua que bajaron por el río Tera tras la rotura de la presa de Vega de Tera.

Ella se salvó junto a otra hermana porque estaban en casa de su abuelo y la misma mañana de la tragedia repartió el correo para cumplir la función de su padre y apenas un mes después se casó.

La vida siguió pero 65 años después no ha olvidado lo ocurrido y ha opinado que el nuevo museo es algo que "hacía falta".

Un museo "para los venideros"

La misma opinión ha expresado José Puente, que ha señalado a EFE que el museo es algo "para los venideros" ya que quienes vivieron la catástrofe en primera persona ya mantienen el recuerdo.

"Lo que vieron y lo que ocurrió está aquí dentro, y eso es lo importante", ha manifestado por su parte en la inauguración el alcalde de Galende, ayuntamiento al que pertenece Ribadelago, José Manuel Chimeno.

El presidente en funciones de la Diputación de Zamora, Víctor López, institución que ha financiado las obras del museo, ha admitido que su puesta en marcha era una "deuda histórica" que se ve saldada 65 años después de aquella tragedia.