Las dos inolvidables experiencias musicales de Ana en el Calderón con Paul McCartney y AC/DC

El ex estadio del Altético de Madrid ha sido testigo de algunos de los mejores conciertos que se han vivido en España

José Melero Campos

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Michael Jackson, Bruce Springteen, U2, The Rolling Stones, David Bowie, Prince, Madonna… y muchos más. Todos ellos tienen algo en común: poner patas arriba más de medio siglo el Vicente Calderón con una música de alto voltaje que hicieron vibrar al Manzanares y alrededores, al tiempo que se infartaban miles de corazones atléticos con las dichas y desdichas de su equipo.

Uno de los últimos mitos (en este caso viviente) que pisó el césped del estadio fue Paul McCartney, ex vocalista de los ‘Beatles’, el grupo de Liverpool más lauredado de la historia de la música. Fue el 3 de junio de 2016. Más de 40 mil personas abarrotaron el templo. Tres generaciones se congregaron para recibir a uno de sus ídolos. Las crónicas en los periódicos hablaban de un McCartney más rockero que nostálgico.

Y entre las asistentes se encontraba Ana, una joven toledana de unos 30 años por aquel entonces. Acudió con sus padres (generación ‘Beatles’) y su hermano. Sus padres, claro, fueron los que experimentaron mayores dosis de nostalgia: “Los años pasan para los artistas, pero no su música. Y Paul es un clásico en toda regla, apto para cualquier edad, aunque las últimas generaciones no presenciáramos sus mejores años como profesional.”

Pero la noche que Ana no olvidará fue la que le hizo pasar, también en el Calderón un año antes, AC/DC. Cuarenta años después de estar al frente de la bandera del Hard Rock, volvió a convocar masivamente a sus fieles.

Fue un éxtasis de volumen, luz y fuegos de artificio que colocaron a estos veteranos australianos en lo más alto, a pesar de sus años: “Fue increíble. Estaba en la grada, con todo el público en pie. Ver a Brian Johnson y Angus Young moverse de un sitio a otro en un escenario enorme, fue bestial, impresionante. Había muchísima gente. De hecho, nos hicimos con las entradas a última hora, gracias al segundo concierto que hicieron. Las entradas se agotaron a los cinco minutos.”