El declive de Rembrandt, en el Museo Thyssen

Abre al público la exposición "Rembrandt y el retrato en Amsterdam, 1.590-1.670". La mayor parte de las obras prestadas no se habían visto antes en España

Sefi García

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

“Es la crónica visual del esplendor y declive social de Rembrandt como retratista en Amsterdam”, la capital del mundo en 1.630, cuando el pintor holandés llegó, precedido por su fama. Así resumía Guillermo Solana, director artístico del museo Thyssen, el espíritu de esta exposición del Museo Thyssen.

Allí se inauguró en la técnica, compitiendo con otros pintores ya instalados y cuya obra también podemos ver en esta exposición. Al final de la década era uno de los los grandes, pero fiel a sí mismo, perdió la batalla por los gustos de la época.  “Muchos de sus discípulos se dejan engatusar por el gusto de la época que es lo que te piden los clientes- explica a COPE la coordinadora de la exposición Dolores Delgado. Un gusto más afrancesado, más influido por las cortes europeas, Rembrandt sigue su propio camino, su propia evolución pictórica absolutamente independiente de las modas y los gustos de los clientes. "Sigue con sus luces, sus sobras la pintura cada vez más matérica, la paleta cada vez más empastada...es fantástico”, añade.

No se preocupaba de que salieran guapos. Su pincelada tridimensional estaba más pendiente del ojo que mira, de reflejar el carácter y el movimiento, en contraposición con los otros artistas cuya obra de gran calidad, podemos ver también en la muestra hasta el 24 de mayo.

Rembrandt llegó a Amsterdam en torno a 1.630 . Antes le precedieron pintores de la talla de Cornelis Ketel, van der Voort o Thomas de Keiser, en la creata de la ola desde 1.590 a 1.630. La irrupción del artista de Leiden lo revolucionó todo, al punto de que el 1.639 compraba su propia casa, que convirtió además en taller. Al tiempo llegarona la capital holandesa otros retratistas como Bartholomeus van der Helst, Frans Hals o Juguer Ovens, y algunos de sus alumnos conmo Ferdinand Bol o Gober Flinck.  De todos ellos hay obras en esta exposición, que se nutre de fondos procedentes del Amsterdam Museum, el Metropolitan de Nueva York, las national galery de Washington y Londres o la Nelson Atkins MUseum de Kansas que por primera vez permite la salida de un retrato de un joven. la mayor parte de las obras prestadas no se habían visto en nustro país nunca. Rembrandt, no se traicionó nunca y en 1.642, al fallecer su esposa Saskia y quedarse solo cuidando de su hijo Tito de apenas un año, sis finanzas comenzaron a decaer, a pesar de lo cual, Rembrandt jamás se traicionó. 

Son casi un centenar de obras, 32 de Rembrandt. Por orden cronolgico podemos ver la evolución del retato en Amsterdam, cuando la ciudad holandesa era la capital del mundo, desde los más hieráticos y coloridos  a los que cuentan historias, los de Rembrandt.