La misteriosa grulla hallada en el yacimiento de L’Hort

Figuras de grullas y humanos es algo aparentemente común pero que esconde otro significado 

Imagen del bloque de piedra

Laura Otón

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Es un bloque de piedra de unos cuarenta centímetros, de veinte por veinte, con una superficie rugosa en una de las caras donde ha aparecido una imagen de una grulla grabada de unos 18 cm con una grulla delante y dos humanos detrás. Es un hallazgo excepcional porque no existen apenas escenas en el arte paleolítico que representen una escena cotidiana. Estamos hablando de una pieza de 12.500 años (según la prueba de carbono 14), lo que supone 14 mil años de antigüedad, y en toda Europa no existe ninguna escena de estas características. En otros yacimientos como Altamira aparecen animales sueltos, de aquí el carácter excepcional de este descubrimiento.

No existen apenas escenas en el arte paleolítico que representen una escena cotidiana

“Si en el arte paleolítico es poco habitual encontrar representaciones de escenas en lugar de figuras individuales, aún lo es menos que los protagonistas de dichas escenas sean aves en vez de mamíferos, como cabras, ciervos o caballos- explican desde la universidad de Barcelona-. De hecho, en Europa los prehistoriadores solo habían localizado hasta el momento tres escenas de arte paleolítico compartidas por aves y seres humanos”.

Esta piedra grabada apareció en una excavación del Priorato en el 

, donde se viene trabajando desde hace 1979. Se encontró en 2011, pero como explica 

, catedrático de Prehistoria de la Universidad de Barcelona la pieza ha estado en estudio y restauración: “Había que restaurarla quitando toda la tierra pegada a la pieza, después se ha hecho un 3D para no tener que manipularla en el estudio posterior y ahora se ha publicado el artículo con las conclusiones”.

Las figuras parecen protagonizar una narración sobre caza y sobre maternidad

Recalcan que la escena pictórica posee rasgos muy excepcionales: las figuras parecen protagonizar una narración sobre caza y sobre maternidad. En cuanto al contexto catalán donde se ha descubierto, se trata de un hallazgo capital dadas las pocas muestras de arte paleolítico en Cataluña, y sitúa este territorio dentro de las corrientes de producción artística del Paleolítico superior en el Mediterráneo. Las figuras se grabaron en el bloque de piedra con un buril de sílex, formando una composición bien ordenada, en contraposición a otras obras del mismo período.

«Se trata de una de las pocas escenas encontradas hasta ahora que empiezan a apuntar al nacimiento de un arte narrativo en Europa, y además la temática es única, ya que combina una posible cacería con una imagen de maternidad: una ave con su cría», explica la primera firmante del artículo, la investigadora ICREA de la UB Inés Domingo. «En la escena representada — continúa la experta—, las aves captan la atención de dos figuras humanas, que las imitan o las persiguen. Aunque desconocemos el significado de la escena para los habitantes prehistóricos, lo que sí nos dice la pieza es que las aves no solo fueron valoradas como presas de caza, sino que también tuvieron un valor simbólico para las sociedades paleolíticas europeas». Dos años después la revista científica L'Anthropology ha publicado los resultados.