¿Los carteles de cine son cada vez peores?: Así han cambiado en los últimos años sin que te des cuenta

El inminente estreno de 'El hombre del Norte' no sólo ha hecho reflorecer a los seguidores de las películas de Robert Eggers, sino también a los detractores de la cartelería de Hollywood en los últimos años. En la primera película del director con un gran estudio el póster de promoción se asemeja al diseño de los grandes estrenos comerciales de los últimos años: una imagen coral compuesta por el protagonista a gran tamaño y la incursión de perfil de cada uno de los reconocibles rostros de Hollywood que le acompañan como secundarios: Ethan Hawke, Nicole Kidman o Anya Taylor-Joy.

Un cartel que, como muchos apuntan, contrasta con lo utilizado por A24 para promocionar las anteriores películas de Eggers, como 'La Bruja' o 'El Faro', mucho más minimalistas. Entonces, ¿por qué la imagen promocional de la nueva cinta del directo se asemeja más a las películas de superhéroes?

¿Cómo se compone un cartel de cine?

Hay varias formas de componer el diseño de un póster de cine: puede partir de una ilustración original realizada por un diseñador o mediante un trabajo de fotografía, ya se realice durante el rodaje o en un 'shooting' especial para la cartelería. El segundo caso es con el que suele trabajar Demian Ortiz, diseñador de carteles y que ha trabajado tanto en publicidad como para cine y productoras.

“Al final, como decía Luis Bassat, no hay nada que comunique tanto, tan bien y en tan poco tiempo como un cartel. Eso quiere decir que tienes que sintetizar un montón de información que te suministra la productora o el director: el título, los créditos, las imágenes, los logotipos de las producciones”. Normalmente el procedimiento es enseñar al diseñador una serie de registros en base a la idea de la productora, dependiendo de cómo se quiera involucrar el director en el diseño.

¿Cómo han evolucionado la cartelería de cine?

En los últimos muchos cinéfilos se han percatado de la repetición constante de un tipo de póster al estilo del de 'El hombre del Norte' y parejo a la mayoría de películas de Marvel y Star Wars. “Lo que se está mostrando es una producción en la que hay una necesidad de mostrar al elenco, y hacerlo de una forma muy colorida y sin sombra. Si te fijas, los carteles actuales apenas tienen contraste, todo súper iluminado, con color y mostrar muchos personajes, quién participa, y eso responde al tipo de producción y al tipo de película”, explica Ortiz a COPE.

Todo parte de la necesidad de destacar al elenco de la película, y todo ello es por la brutal competencia para que la gente acuda al cine y rentabilizar películas de más de 100 millones de dólares de inversión. Ortiz lo compara de manera clara con el cine de la década de los 70.

“Aparte del tipo de producción o competencia, también va un poco ligado a que antes la gente acudía al cine con un interés mayor por la historia, las películas avanzaban más despacio, ahora la narrativa ha cambiado tanto que parecen meras sucesiones de situaciones y personajes, y eso va a acorde a mostrar eso. El cine de ahora no se parece en nada al de los 70, tampoco sintetizas en un cartel una película de los 70 con un cartel de ahora”.

Comparación con los carteles del Star System y el western

Un fenómeno curioso que ha despertado en los últimos años son los rediseños de carteles de películas antiguas en base a ilustraciones, tanto para ediciones especiales en formato físico como para la venta de diseños artísticos al margen de las productoras, como los conocidos Mondo. No obstante, la ilustración dejo de tener su peso mucho antes, hace más de 60 años.

Demian Ortiz subraya que durante el Star System la importancia descansaba en los nombres, mientras que es a partir de los 70 cuando eso cambia a la fotografía, antes de terminar de transformarse 20 años después. “Hasta los 60 era el título y, en muchas ocasiones, el nombre del director, tenía mucha más importancia que ahora. El nombre de John Ford aparecía casi al tamaño del título junto a una pequeña secuencia de película y un fondo plano. En los 70 era una mezcla mucho más colorida de ilustraciones con la fotografía, en los 80 ya la fotografía tenía todo el control y el título ocupaba todavía mucho espacio. Es en los 90 cuando se ha empezado a conceptualizar mucho más y se han simplificado todos los elementos, tanto los gráficos como los tipográficos”, especifica.