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La RAE discrepa del Congreso sobre su guía de lenguaje no sexista

La RAE ha manifestado este martes su discrepancia con la guía que aprobó el Congreso de los Diputados en diciembre sobre el uso del lenguaje no sexista, en especial con su recomendación de no abusar del masculino genérico.

Agencia EFE

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La RAE ha manifestado este martes su discrepancia con la guía que aprobó el Congreso de los Diputados en diciembre sobre el uso del lenguaje no sexista, en especial con su recomendación de no abusar del masculino genérico.

La Real Academia Española considera en una nota publicada en su web que la 'Guía para el uso no sexista del lenguaje y de la comunicación en el ámbito de la Administración parlamentaria' plantea una disyuntiva al elaborar unas recomendaciones válidas únicamente para el Congreso y da a entender que los hablantes que no aplican los recursos allí expuestos se expresan en un lenguaje sexista.

De esa forma, sería sexista "el lenguaje cotidiano de la mayor parte de los millones de hispanohablantes de todo el mundo, incluyendo el de los propios parlamentarios españoles cuando no hablan desde la tribuna o no redactan proyectos legislativos".

Así como "el lenguaje de la literatura, el ensayo, la ciencia, el cine, el periodismo, la legislación y tantos otros ámbitos (no necesariamente coloquiales ni informales) en los que los textos escritos en español no se suelen redactar aplicando los recursos que nuestra Administración recomienda".

Una disyuntiva que, en opinión de la RAE, "esconde el deseo implícito de acrecentar la distancia ya considerable en la actualidad entre el universo oficial y el mundo real".

La RAE recuerda que "ha puesto de manifiesto en numerosas ocasiones" que la necesaria igualdad en derechos y deberes de mujeres y hombres no se logra "modificando arbitrariamente opciones morfológicas, sintácticas y léxicas que el español comparte con muchas lenguas, sean románicas o no".

Y que las sociedades en las que se hablan lenguas que organizan de otra forma las propiedades morfológicas del género, así como las relaciones de concordancia, "no son necesariamente más democráticas que la nuestra".

Para la RAE el punto "más conflictivo" del texto de la Mesa del Congreso es la interpretación del llamado 'masculino inclusivo', "sobre el que persisten discrepancias fundamentales".

"El texto de la Mesa del Congreso dedica varias páginas a presentar diversas formas de sustituirlo, si bien concluye esa extensa relación de manera quizá un tanto paradójica aduciendo que debe evitarse 'un uso excesivo' de este recurso", señala la RAE.

La Academia recuerda que el género masculino es inclusivo (en español y en otras muchas lenguas) "en un gran número de contextos" y "el hecho de que no lo sea en algunos casos no debe llevar a la absurda conclusión de que no lo es nunca".

"Es más que evidente que cada uno puede expresarse con las fórmulas lingüísticas que libremente elija. En cualquier caso, la RAE ha defendido en sus documentos que no son sexistas muchos usos gramaticales y léxicos del español que las autoridades presentan como tales".

También "que no se apoya la igualdad de los hombres y las mujeres de nuestro país pidiendo a los ciudadanos (sean parlamentarios o no) que hagan constantes equilibrios sintácticos, morfológicos y léxicos para evitar opciones lingüísticas que pertenecen a su forma natural de expresarse".

"No se avanza en la consecución de la igualdad democrática de hombres y mujeres forzando de manera artificial la gramática y el léxico de la lengua española, sino arbitrando medidas legislativas que conduzcan a la equiparación de derechos, mejorando la educación que nuestros jóvenes reciben en la escuela y trabajando de otras muchas formas por una sociedad que refleje de manera efectiva todos esos valores", concluye la RAE.

La guía del Congreso (el Senado aprobó una similar el mismo 5 de diciembre) busca adaptar lenguajes inclusivos para reforzar el principio de igualdad y eliminar expresiones lingüísticas que excluyan o invisibilicen a ciertos grupos.

'Ciudadanía' en lugar de 'ciudadanos'; 'personal' en vez de trabajadores; 'presidencia' como alternativa a presidente o 'representantes parlamentarios' como opción sustitutiva de diputados son algunas de las recomendaciones de la guía.