FLÁVIA JUNQUEIRA
La artista Flávia Junqueira llena de globos la sala principal del Liceu
La artista brasileña Flávia Junqueira ha convertido durante unas horas de este martes el Gran Teatro del Liceu en un "chiquiparc" al llenar la sala principal del coliseo de globos de múltiples colores, en la primera instalación que hace fuera de un teatro de Brasil.
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La artista brasileña Flávia Junqueira ha convertido durante unas horas de este martes el Gran Teatro del Liceu en un "chiquiparc" al llenar la sala principal del coliseo de globos de múltiples colores, en la primera instalación que hace fuera de un teatro de Brasil.
Hasta ahora, Junqueira situaba un centenar de globos en teatros de Brasil y hacía una fotografía, pero en esta ocasión, ha explicado, ha querido ir más allá y ha aumentado el número de globos hasta ochocientos y "además la instalación puede ser visitada por la gente".
Junqueira introduce al espectador en "escenas ilusorias e imaginarias que transportan a la infancia, combinando realidad y fantasía, lo físico y lo alegórico y el presente y el pasado, siempre indagando en la magia que hay en la memoria".
Los globos, subraya la artista, remiten al recuerdo de nuestra infancia, que es "una etapa en que hacemos muchas cosas que después de adultos ya no las podemos tener, porque tendemos a reprimirlas".
La narrativa visual de Junqueira investiga sobre aspectos vinculados a la representación y sus vínculos con la historia.
A pesar de que son extremadamente pictóricas, sus fotografías tienen un interés mucho más escultórico.
Aunque la escenografía tenga una apariencia lúdica y de festividad, la artista construye "una crítica a la disfuncionalidad de los sistemas artísticos, arquitectónicos y políticos" a través de su metáfora.
Se trata de mostrar un paisaje transitorio que representa un salto al vacío, "una reflexión sobre la superficialidad/fragilidad de los tiempos actuales y un estímulo de que todo pasa".
Ubicar sus obras en teatros es deliberado pues se trata de llevar los globos, la memoria, la infancia a un espacio arquitectónico pensado para durar en el tiempo, que contrasta con lo efímero de sus obras.
Ese carácter efímero se acentúa por el hecho de que la obra dura lo que aguantan los globos, llenos de helio, y que varía según el clima y la temperatura de cada lugar.
Sobre el hecho de que por primera vez las personas pueden entrar y disfrutar de sus obras, Junqueira ha dicho que en esta ocasión le emociona ver que "otras personas puedan revivir los sueños y la memoria de su infancia".
Junqueira comenzó estas "performances" en el teatro San Pedro de Brasil, la primera vez fue en un teatro San Pedro de Porto Alegre y, desde entonces, ha situado sus globos en doce teatros brasileños, y el Liceu es el primero fuera de su país en acoger su obra.
La artista cuenta siempre con la misma empresa de globos que patrocina sus intervenciones y que le envía los ejemplares allí donde actúa, y "también es la que al acabar la performance recoge los globos para su reciclaje".
La intención de Junqueira es, a través de sus fotografías, ofrecer "un catálogo de teatro", igual que hizo con los tiovivos de París.
La fotografía resultante de su intervención en Barcelona se expondrá a partir del 27 de octubre en el Salón de los Espejos del Liceu, según ha anunciado el director artístico del coliseo, Víctor Garcia de Gomar, en su apuesta por convertir el Liceu en un "centro de las artes".
En las dos visitas de grupo que han coincidido con la intervención de Junqueira, los asistentes han podido disfrutar de un concierto de arpa con obras impresionistas.