Berta Riaza, 60 años de trayectoria teatral que no quedan en el olvido

La actriz Berta Riaza ha fallecido hoy en Madrid y aunque se despidió de los escenarios hace casi veinte años, tras haber dedicado seis décadas a la interpretación, sus actuaciones no caen en el olvido.

Comenzó muy temprano en la actuación, un trabajo que vivía de cerca al ser sus padres peluqueros y maquilladores de teatro. Meritoria en el teatro María Guerrero, pasó después a hacer teatro de cámara y más tarde a formar parte del elenco del Teatro Español.

Berta Riaza (Madrid, 1927) celebró sus 60 años de profesión sintiéndose "una privilegiada en todos los sentidos, pero sobre todo por los buenos papeles que he podido interpretar", comentó durante un homenaje a su trayectoria.

Entre su repertorio hay títulos como "La Orestiada", "La discreta enamorada" y su último espectáculo, "El Tío Vania". Uno de sus últimos trabajos fue participar en el cortometraje "El puzzle", que fue candidato a los Premios Goya.

Se trataba de una actriz versátil que sabía cómo adaptar su tono al drama a la comedia, desde Bernarda Alba, a los personajes del Siglo de Oro, de Shakespeare al esperpento.

Muy amiga de sus amigos, Julieta Serrano se encontraba entre ellos y la cuidó hasta el final, también estaban Maite Blasco, Alicia Hermida -fallecida también este año-, Jose Manuel Cervino, Lluís Pascual o Miguel Narros, un director "fundamental" para ella, solía recordar.

Los galardones no le resultaron esquivos. En sus estanterías se encuentran el Premio María Guerrero, la Medalla de Bellas Artes (2007), el Nacional de Teatro (1992) y el premio Max y el Mayte de teatro a la mejor actriz protagonista por su trabajo en 1999 con "Las mujeres sabias".

Fue una de las primeras actrices de los populares "Estudio Uno" de Televisión Española (TVE), protagonizando "La dama boba", de Lope de Vega, y "Dulcinea", en versión de Gastón Batty, ambas en 1969. Pero también interpretó "Casa de muñecas", "La heredera", "La muerte de un viajante" y "Luces de Bohemia".

Ana Belén trabajó junto a ella y la consideraba una gran maestra, como lo fue para otras muchas actrices de una generación que veneraban a los más veteranos.

Profesionalmente, no temía las críticas ni la polémica, como cuando interpreto "Abelardo y Eloísa" junto a Concha Velasco, un espectáculo en el que ambas actrices se besaban en la boca.

En 1979 obtuvo un importante éxito con su trabajo en la obra "Retrato de dama con perrito", dirigida por Miguel Narros en el Centro Dramático Nacional (CDN).

Poco después, en 1981 realizó uno de los papeles de protagonista en la película "Jalea real", dirigida por Carlos Mira, y en 1983 a las órdenes del director Pedro Almodóvar como coprotagonista en "Entre tinieblas".

En 1987 y 1988 coprotagonizó con Agustín González la obra de Arthur Miller "Todos eran mis hijos", dirigida por Ángel García Moreno, y el documental "Lorca, memorias de un poeta" (1987),

Mujer adelantada a su tiempo, ni la maternidad ni el matrimonio entraron en sus planes.