DAVID SAFIER
David Safier: "Voy a seguir con Miss Merkel mientras me divierta"
El escritor alemán David Safier, con más de seis millones de ejemplares vendidos de sus novelas, regresa ahora en castellano con "Miss Merkel. El caso del jardinero enterrado", el segundo título de una saga protagonizada por una Angela Merkel convertida en detective, que continuará "hasta que me divierta".
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El escritor alemán David Safier, con más de seis millones de ejemplares vendidos de sus novelas, regresa ahora en castellano con "Miss Merkel. El caso del jardinero enterrado", el segundo título de una saga protagonizada por una Angela Merkel convertida en detective, que continuará "hasta que me divierta".
Desde que iniciara en 2009 su carrera literaria con la hilarante "Maldito karma", Safier ha ido asentándose como un escritor caracterizado por descacharrantes situaciones y en los últimos años por haber iniciado una serie detectivesca, protagonizada por una jubilada canciller, ahora convertida en detective, junto a su perrito Putin, que en su país lleva meses en las listas de los libros más vendidos.
En rueda de prensa telemática, este miércoles ha indicado que ya está escribiendo el tercer volumen, aunque ha advertido que no quiere estar el resto de la vida -ahora tiene 56 años- con Miss Merkel.
"Digo siempre que voy a seguir mientras tenga una idea bonita que a mí me divierta, pero cuando se acaben no seguiré, porque si yo no me divierto, entonces el lector tampoco lo hace. No es un buen trago, además, como escritor que dedica más de un año de su vida a un libro, sentarse y que no te diviertas. Miss Merkel no solo existe porque mi editora gana mucho dinero, sino porque a mí me divierte escribirla", ha aclarado.
Ha reconocido, asimismo, que como escritor tiene "la suerte de escribir sobre lo que me interesa y puedo ceñirme a varios proyectos que me dan placer".
En esta nueva novela, publicada por Seix Barral, Miss Merkel se enfrentará al asesinato de un jardinero, enterrado de una forma estrafalaria en el cementerio, poniendo patas arriba la aparente calma de su nueva vida de jubilada, alejada de los focos berlineses.
Los sospechosos pertenecen a dos familias rivales a cargo de las funerarias del pueblo donde transcurre la trama, complicándose la investigación cuando la ahora detective conoce a uno de los propietarios, que encuentra muy sexy y con el que comparte su pasión por Shakespeare.
Afirmando que escribir para él es un antidepresivo, también es de los que cree que se pueden tocar todas las cuestiones, incluida la de la muerte, siempre que "no se caiga en el mal gusto".
En este caso, no rehuye que al tratar con humor lo que ocurre con las funerarias, que son una industria "muy cara en Alemania", pueden entrar en juego las emociones de las personas que han perdido un ser querido con lo que "hay que pensar cómo se hace humor con ello".
Pero siguiendo la estela de su admirada Agatha Christie, que a principios de siglo ya incluía en sus libros cuestiones de actualidad, Safier trata sobre lo cotidiano y en este caso, la evolución de la industria funeraria.
Ha avanzado, en el mismo sentido, que el próximo año empezará a escribir el tercer título de la serie de Miss Merkel y quiere "hacer una retrospectiva desde que la canciller se jubiló, además de inventarme, porque no lo explica, cómo le va ahora".
Preguntado sobre si ella ha leído estos libros, ha respondido que nunca se sabrá, "aunque conoce que existen e incluso me dio las gracias, me mandó una carta cuando le envié el primer volumen".
Lo único que puede descubrir Safier es que uno de sus mejores amigos leyó el primer volumen y "le gustó mucho".
Sobre la exdirigente política, ha mantenido que la opinión pública de su país no la cuestiona tanto como la opinión publicada, seguramente porque su estilo "estaba basado en los hechos, era calmado, en contraste con Boris Johnson o Donald Trump". "Su aceptación creo que viene, precisamente, de esa falta de testosterona", ha argumentado.
Encantado de haber podido trabajar de coguionista con Rodrigo Cortés en "El amor en su lugar", hoy el teutón se ha mostrado igualmente convencido de que en esta época de dificultades la gente se siente "afín" a las historias "para reírse, para echarse un buen rato".
A su juicio, él no trabaja "con sátiras mal intencionadas, sino con una comedia ligera, lo que está subestimado, pero eso aporta mucho al lector".