El Defensor del Pueblo actúa de oficio tras la suspensión de una función este fin de semana en el Teatro Real

El Defensor del Pueblo ha iniciado una actuación de oficio tras la suspensión de la función del domingo en el Teatro Real de Madrid por las protestas de parte del público por falta de distancia social en la zona alta, conocida como gallinero.

Francisco Fernández Marugán se ha dirigido al director general de la Fundación del Teatro Real para recabar información precisa sobre lo ocurrido y conocer "las previsiones y medidas que se prevé adoptar para las sucesivas representaciones" programadas, a fin de garantizar la seguridad de todos los asistentes y el cumplimiento de las medidas sanitarias acordadas frente a la pandemia, informa este lunes en una nota la institución.

La actuación de oficio del Defensor del Pueblo se produce después de que el pasado domingo el Teatro Real tuviera que suspender la representación de "Un ballo in maschera", con la que el coliseo madrileño había inaugurado la temporada 2020/2021, por las "protestas del público que denunciaban la falta de distancia social entre las localidades de la sala".

La denuncia de algunos espectadores, recogida en diversos medios de comunicación, sobre el hecho de que en algunas plantas del teatro -situadas mayoritariamente en los pisos superiores y, en menor medida, en el patio de butacas- hubiera hasta 15 asientos seguidos ocupados por personas que no acudían juntas a la ópera, ha motivado esta decisión.

El mismo domingo la dirección del Teatro Real anunció que abría una investigación para averiguar las causas de la protesta del "gallinero" que obligaron a la suspensión de la función y en un comunicado anunció que tomará "las medidas necesarias para que las sucesivas funciones se desarrollen con normalidad".

El presidente de su Patronato, Gegorio Marañón, aseguró ayer en rueda de prensa que el coliseo cumplió con la normativa vigente, que no exige separación entre butacas, aunque adelantó que estudiarán nuevas vías para complacer a todo el mundo, pero no a los que tienen un "sentimiento subjetivo de la seguridad con la norma".