Las actrices maduras y “el milagro” de conseguir un papel en el cine español

Basta hacer una pequeña operación aritmética con las edades de los nominados a actor y actriz protagonista de la última edición de los Goya para darse cuenta de lo difícil que es para una intérprete madura lograr un papel en una película. La media de edad de ellos es de 54 años y la de ellas es de 35, casi 20 años de diferencia que confirma la denuncia. El ganador, Antonio Banderas, tiene 59 años. El más joven de los nominados, Luis Tosar 48. En la categoría de actriz, la ganadora, Belén Cuesta, tiene 36 y la más joven de las nominadas, Greta Fernández, 24. Blanca Apilánez, ("Nadie hablará de nosotros cuando estemos muertos", "La pasión turca", "El amante bilingüe"...), tiene 59 años y ya no habla de contrato o de propuesta, cuando alguien se acuerda de ella lo considera “un milagro, porque es un milagro”. La veterana actriz cuenta a COPE que “somo muchas y se escriben pocos papeles en los que podamos encajar, poco y de una manera muy subalterna, el relato nunca lo llevará ella”.

El último estudio realizado por AISGE, la entidad que gestiona en España los derechos de propiedad intelectual de los actores, dobladores, bailarines y directores de escena, señalaba que solo el 38% de los personajes del cine español son mujeres. Las mayores de 45 años no llegan al 30% como protagonistas o co-protagonistas, y se quedan en el 37% en los papeles de reparto. Son datos referidos a las películas estrenadas entre 2014 y 2016.

Blanca Apilánez apunta, además, al peso de los roles que se le atribuyen a las actrices maduras en general, y especial para las actrices de reparto. "Los roles masculinos de reparto tienen una identidad, una entidad y una fuerza que ayudan siempre a enriquecer las tramas, eso no pasa con los secundarios femeninos”, cuenta la intérprete. Las mujeres son mostradas casi siempre “como adornos, como complemento, son la madre, la secretaria...”.

La cosa empeora conforme la edad avanza,con honrosas excepciones (este año Benedicta Sánchez, con 84 años consiguió el premio a la actriz revelación, y Julieta Serrano, a los 87 el de actriz de reparto, su primer Goya). El informe de AISGE reducía a dos de cada diez las protagonistas femeninas de más de 64 años: el 80% eran hombres. El porcentaje subía hasta el 42% de mujeres de “la tercera edad” en papeles secundarios. El problema, apunta Apilánez,( la jueza Pilar Muñoz en la serie "Se quién eres") es que detrás de la cámara hay una clara mayoría masculina “y es muy difícil que un hombre productor, un hombre director o un hombre guionista coloque como personaje sujeto de la historia a una mujer. Lo que hay que hacer es equilibrar detrás de la cámara las diferentes miradas”. Si volvemos a los Premios Goya, solo el 26% de las nominaciones recayeron sobre mujeres este año. Sí, Silvia Abril denunció con razón en la Gala de los 34 Premios de la Academia de Cine.