El COVE, la unidad del Ejército del Aire que vigila las amenazas espaciales
Fue creada en noviembre y utiliza para su misión radares y telescopios
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“El entorno espacial va a convertirse en un nuevo dominio, probablemente un nuevo dominio de enfrentamiento para el que tenemos que estar preparados”, dice el comandante Rafael González Cámara, máximo responsable del Centro de Operaciones de Vigilancia Especial (COVE) del Ejército del Aire. El COVE es la única unidad que tiene asignada “la misión de vigilancia y adquisición del conocimiento de la situación espacial”, y su creación es muy reciente, a través de una orden ministerial del 28 de noviembre de 2019. Explica a COPE el comandante González Cámara que “la superpoblación del espacio -que cada vez está alcanzando mayor importancia, especialmente en las órbitas más cercanas a la superficie terrestre- es tal que hace que el espacio haya pasado a ser un dominio congestionado, disputado y competitivo”. Y ese aumento de la actividad espacial ha llevado a “desarrollar sistemas que permitan la vigilancia y control de esa actividad con el fín de poder garantizar el acceso libre y continuado el espacio”.
El Centro de Operaciones de Vigilancia Espacial utiliza sensores para realizar su labor, “para las órbitas más bajas -las órbitas LEO- se usan radares, y para las más alejadas se emplean telescopios”, señala el responsable del COVE. Asegura que en el espacio “la principal amenaza no intencionada es la basura espacial, pero hay otras amenazas de carácter intencional, en primer lugar la sobrexplotación del espacio, con la puesta en órbita de megaconstelaciones de satélites en órbitas bajas”.
Preguntado por el destino de los datos que recopila el COVE y quién los analiza, el comandante González Cámara alega que no puede responder porque se trata de “información sensible”, pero que organismos civiles similares -mediante el análisis de la información recogida- “proporcionan servicios de alerta de colisión, análisis de fragmentaciones y predicciones de reentrada de objetos espaciales en la superficie terrestre”.
El COVE es una unidad nueva, sin antecedentes en las Fuerzas Armadas que “no contaban con una unidad de vigilancia espacial”. La intención es que formen parte de ella “entre 25 y 30 personas” dentro de unos años. El comandante Rafael González Cámara afirma que “la dependencia de la sociedad de las capacidades espaciales es tal que no contar con ellas representaría un riesgo que no podemos asumir; habría que plantearse cómo sería un día sin espacio para hacerse una idea de lo grande que es esa dependencia”.